Cerca de un centenar de personas se congregaron este Viernes Santo a las afueras de la Catedral San Ignacio de Loyola en Palm Beach Gardens para participar en una representación simbólica del Vía Crucis, organizada por el Centro Maya Guatemalteco.
A través de las 14 estaciones que recuerdan el sufrimiento de Jesús, los organizadores destacaron los paralelismos con las dificultades que enfrentan miles de inmigrantes en Estados Unidos. Desde deportaciones y separación familiar hasta la lucha por vivir con dignidad, cada estación fue acompañada por reflexiones, rezos y llamados a la empatía.
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“En las deportaciones, en la separación familiar, esta violencia es pecado”, se escuchó durante una de las estaciones.
Para la directora del Centro Maya Guatemalteco, Mariana Blanco, esta representación va más allá de la fe:
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“Nosotros tenemos esa fe, la cargamos con nosotros, pero a veces no pensamos en todo lo que Jesús vivió. Lo que pasa hoy en día con los inmigrantes es muy similar, son de hecho las mismas cosas”, dijo.
Carteles en mano y oración en voz alta, inmigrantes y simpatizantes de la causa recorrieron cada estación. Jack Scarola, asesor legal del centro, hizo una reflexión profunda sobre el rumbo del país:
“Estamos enfrentando una crisis existencial. Siempre nos hemos visto como una nación compasiva, empática, pero eso está desapareciendo de nuestras políticas nacionales. No podemos tolerarlo.”
Local
Guadalupe Jiménez, inmigrante y madre de familia, asistió con esperanza:
“Estamos aquí para darle voz a quienes no la tienen, para unirnos como comunidad en esta Semana Santa.”
