Familiares de víctimas, activistas, dirigentes políticos y autoridades policiales hicieron el martes un llamado a poner fin a la violencia armada que siega la vida de niños en el condado Miami-Dade.
"Es un día triste, un día de recuerdo. Un día en que decimos nunca más, nunca más", dijo la alcaldesa Daniella Levine Cava
A un mes de la muerte de una pequeña Chasidy Saunders, de seis años, en un tiroteo, hoy todos continúan pidiendo ayuda y justicia.
La alcaldesa aseguró que el combate a la violencia armada en nuestra área es una de sus prioridades y que ya implementan acciones concretas para solucionar este problema, que calificó de "crisis".
"Estamos invirtiendo en servicios exitosos de prevención, intervención y reingresos, basados en evidencia. Continuaremos reconstruyendo la confianza entre la policía y nuestra comunidad. También debemos abordar de frente las desigualdades de ingresos y enfrentar el racismo sistémico", señaló.
Mientras tanto, la fiscal estatal de Miami Dade, Katherine Fernández Rundle, dijo que el asesinato de menores es un delito que parte el corazón.
"Cuando estos asesinos siguen libres en las calles, están libres para volver a matar y a causar terror en nuestros barrios", señaló.
