Mason Rue llevaba solo tres meses trabajando como guardia de seguridad en un condominio privado del Doral, cuando uno de los residentes lo golpeó con su auto en dos ocasiones intentando entrar al lugar.
El hombre "no quería bajar la ventana del auto y ni siquiera me hacía caso" recuerda el joven, quien confesó que pensó que se caería al perder la estabilidad de sus piernas, luego de que el Lexus blanco que trataba de entrar al condominio detrás de un SUV, avanzaba sin detenerse y obviaba los gestos del guardia que intentaba desacelerar a los vehículos con señales manuales y órdenes verbales.
El médico responsable de tales actos enfrenta ahora cargos de agresión agravada después de que fuera arrestado por la policía tras ser captado por una cámara de seguridad del vecindario colocada en la puerta de entrada.
El doctor Kenneth Strubbe, de 52 años, enfrenta dos cargos de agresión agravada. Según el informe de la policía, el pasado 24 de mayo el guardia de seguridad de 18 años, que trabaja para la comunidad de Doral Isles, estaba en la entrada del condominio ubicado en la cuadra 7200 de la avenida 114 del noroeste, cuando ocurrió el incidente.
Una cámara de vigilancia mostró que Strubbe golpeó al guardia en las piernas con el auto al menos dos veces. La mañana del incidente, Strubbe envió un correo electrónico a la administración de la propiedad quejándose de la seguridad en las puertas de acceso al lugar, diciendo que era como "tener que pasar por una zona TSA", según el informe.
Luego del incidente, Strubbe envió nuevamente un correo electrónico a la gerencia del condo. "Una vez que el guardia te conoce, no deben parar a tu auto, ya que saben y tienen la inteligencia para dejarte ir. Tengo un auto único, el único de su clase en la comunidad [residencial], pero también entiendo Hay diferentes niveles de educación e inteligencia ", precisa el correo electrónico del doctor.
Strubbe es un obstetra-ginecólogo con su oficina principal en la ciudad de Hialeah, según consta en los registros.
Por su parte la madre del joven de 18 años ahora confiesa que no desea que su hijo vuelva al trabajo pues teme que pueda pasarle algo, aunque Mason dijo que "en realidad no le teme a nada", pues todos los residentes del lugar son personas agradables.
