Coronavirus

Granjeros tiran sus cosechas por falta de logística

A los agricultores se les acaba el espacio en almacenes y los cultivos siguen creciendo.

Telemundo

Con escuelas y hoteles cerrados, y los restaurantes trabajando a mínima capacidad, surge un problema: miles de granjeros entre la espada y la pared, destruyendo cosechas, botando toneladas de leche, porque dicen que no pueden hacer más nada con la producción.

Una lamentable paradoja por razones principalmente logísticas y económicas:  a los agricultores se les acaba el espacio en almacenes y los cultivos siguen creciendo.

Aparentemente, cambiar la forma de producción le traería pérdidas, para algunos, esta ha sido la única alternativa.

Calabacín maduro y chayote: desechados y destinados a podrirse. Arados destruyendo un cultivo de habichuelas lista para recoger, es el escenario en una granja cerca del lago Okeechobee, un millón de toneladas.

Y de este a oeste en el país sucede lo mismo con repollo, pepino, arándanos y maíz: miles de cosechas marcadas por el coronavirus.

El representante de la granja Hatton en Palm Beach, dice que gran porciento de su producción estaba comprometido con restaurantes, escuelas y hasta líneas de crucero. Es el mismo caso de miles de granjeros que se han quedado sin clientes y con toneladas de comida. Las cadenas de supermercados serían ahora los grandes compradores y ya están abastecidas por la abundante oferta.

Según la coalición de agricultura sostenible, en el peor escenario, la crisis podría costar 600 millones de dólares al sector y otros 90 millones en salarios.

Al parecer no existe una cadena de distribución para donaciones y eso podría salirle más caro.

Algunos se quedaron sin clientes para su producción de “microvegetales” empleados en la cocina gourmet.

Y la leche derramada llega a los 3.7 millones de galones diarios, destinados a escuelas ahora cerradas. Es costoso cambiar la tecnología a última hora para producir derivados como queso.  Y las vacas siguen pariendo.

Particularmente para agricultores en Florida el tema es muy grave, pues aquí se cultiva buena parte de los alimentos consumidos en la mitad de la costa este del país. una infraestructura que, una vez paralizada, costará bastante reactivar.

Contáctanos