Cuba

Fondo de inversión envía carta a Díaz-Canel para tratar de cobrar una deuda de 72 millones de euros

Este conflicto, originado hace más de 40 años, plantea interrogantes sobre la capacidad del régimen de La Habana para responder a sus compromisos financieros internacionales

Telemundo

Una disputa económica que lleva años en los tribunales ha tomado un giro inesperado con la reciente entrega de una carta al gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel. El documento, enviado por el fondo de inversión británico CRF I Limited, propone un acuerdo para saldar una deuda de más de 72 millones de euros, pero no sin condiciones estrictas. Además, incluye una advertencia: la oferta tiene una fecha límite, el próximo 19 de enero.

La deuda: un fantasma del pasado

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Este conflicto, originado hace más de 40 años, plantea interrogantes sobre la capacidad del régimen de La Habana para responder a sus compromisos financieros internacionales y podría tener implicaciones de largo alcance para su ya debilitada economía.

La obligación financiera en disputa se remonta a la era de Fidel Castro, cuando el régimen cubano contrajo deudas con bancos europeos. Décadas después, CRF I Limited adquirió los derechos de esa deuda y, en 2020, presentó una demanda contra Cuba en un tribunal británico. En 2023, la justicia determinó que CRF era un acreedor legítimo y que el Banco Nacional de Cuba debía cumplir con la deuda.

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La propuesta sobre la mesa

A pesar de los repetidos intentos de apelación por parte del gobierno cubano, las cortes han reafirmado los derechos del fondo británico. En diciembre de 2024, Cuba llevó el caso a la Corte Suprema del Reino Unido, buscando una última oportunidad para apelar.

El documento de tres páginas, entregado a finales de diciembre en la Embajada de Cuba en Londres, ofrece una reestructuración de la deuda bajo condiciones que podrían interpretarse como un intento de conciliación. Entre las propuestas destacadas están:

  • Un primer pago de 40 millones de libras esterlinas a una cuenta británica.
  • La creación de un nuevo instrumento de préstamo, que permita reestructurar el monto restante sin intereses durante un periodo de cinco años.

CRF destaca que esta oferta busca beneficiar a ambas partes y permitir a Cuba redirigir sus recursos hacia necesidades internas urgentes. Sin embargo, el fondo también advierte que el contexto internacional podría volverse menos favorable, especialmente con la inminente llegada de una nueva administración en Estados Unidos, lo que podría limitar las posibilidades de un acuerdo futuro.

Análisis económico: ¿una oportunidad o una presión inaceptable?

El economista internacional Luis R. Luis considera poco probable que el régimen cubano acepte la oferta. ““Bueno, me imagino que conociendo que el gobierno cubano tiene una disponibilidad baja de divisas y de activos y también el hecho de que, en general, ellos no ceden muy fácilmente, me imagino que no van a acceder a negociar esta oferta. Esta es simplemente una especulación, o sea, no sé exactamente, pero yo diría que probablemente esto no avance por ese camino”, comentó.

Además, las complicaciones legales persisten. Aunque el Banco Nacional de Cuba ha sido señalado como el principal deudor, su capacidad para cubrir la deuda está en duda debido a la falta de activos líquidos identificables. Esto podría complicar cualquier resolución, especialmente si la Corte Suprema británica falla en contra de La Habana.

La carta de CRF no solo plantea una solución, sino que también critica las tácticas de dilación del gobierno cubano. Según el fondo, los constantes intentos de apelación parecen tener como objetivo prolongar el proceso y aumentar los costos legales, mientras mantienen al país marginado de los mercados financieros internacionales.

“Aunque recurrir a una apelación está dentro del marco legal, parece tener poco propósito más allá de prolongar el proceso, aumentar los costos para todas las partes y mantener severamente restringido el acceso de Cuba a los mercados financieros internacionales”, afirma el documento, subrayando que esta estrategia podría agravar aún más la crisis económica de Cuba.

El régimen de Díaz-Canel no ha emitido una respuesta oficial sobre la carta, lo que genera especulación y tensión en los círculos financieros internacionales. La falta de comunicación podría interpretarse como una señal de debilidad o, por el contrario, como una estrategia para ganar tiempo mientras buscan alternativas.

Un futuro incierto

Sin embargo, la realidad económica del país no ofrece mucho margen de maniobra. Expertos señalan que, aunque el Banco Nacional pueda estar limitado en sus recursos, Cuba posee activos internacionales que podrían ser utilizados para satisfacer esta deuda si las cortes finalmente lo determinan.

“Una complicación es que la decisión del año pasado, del 2023, declaró que sí había una deuda, presta deuda en la deuda del Banco Nacional. Entonces, si eso continúa así y se define muy estrechamente al Banco Nacional, es una complicación porque el Banco Nacional, per se, probablemente no tenga estos activos, ninguno de estos activos. Entonces, yo creo que tendría que haber una decisión anterior de la corte”, dice Luis R. Luis.

Este caso representa mucho más que una disputa financiera; simboliza un enfrentamiento entre las tácticas de resistencia de un régimen político y las dinámicas de un sistema financiero global que exige cumplimiento. Si Cuba no responde a la oferta, las consecuencias podrían ir más allá de los 72 millones de euros, afectando su credibilidad internacional y restringiendo aún más sus ya limitadas opciones de financiamiento.

Sin embargo, Luis R. Luis sostiene que Cuba, de hecho, tiene activos internacionales para satisfacer la deuda en caso de que la corte finalmente determine esto.

Cuba no responde la carta

A unas horas que venza el plazo que le daban al gobierno cubano, el fondo de inversiones no ha recibido respuesta del gobernante cubano ni tampoco un acuse de recibo.

En los últimos años los acreedores de CRF I Limited han enviado a La Habana otras cartas proponiendo maneras de solucionar la deuda, pero no ha recibido ningún tipo de respuesta. Los registros judiciales demuestran el envío de varias cartas.

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