Con más de 36,000 casos y casi 1,400 muertes por COVID-19, Florida entrará este lunes en la primera fase de su "reapertura", después de un mes de confinamiento que ha impactado duramente en una economía hasta hace dos meses boyante y con un índice de desempleo menor al promedio nacional.
Así comenzará el plan de tres fases para "poner otra vez en pie" a los floridanos, como lo ha descrito el gobernador Ron DeSantis, quien ha dejado fuera de la primera fase a los tres condados del sureste más afectados por el coronavirus.
Miami-Dade, Broward y Palm Beach, con más de la mitad de los 36,078 casos de COVID-19 confirmados hasta hoy en Florida, que son 615 más que el sábado, seguirán por ahora bajo medidas más estrictas para prevenir el contagio.
El Departamento de Salud de Florida informó este domingo que los decesos por COVID-19 suman 1,379 y las hospitalizaciones 6,035.
PROTESTAS EN MIAMI-DADE
Ante la exclusión de esta reapertura de las ciudades del sur Florida donde se concentran la mayoría de los casos, decenas de manifestantes se agolparon el domingo en la Torre de la Libertad en el Downtown de Miami exigiendo que se reactive la economía y se levanten las restricciones en esta zona del estado.
Raúl Evia, uno de los manifestantes asegura que se le están violando sus derechos. “Estamos exigiéndole al gobierno que abran todos los negocios y que nos devuelvan nuestros derechos constitucionales de llevar el pan de cada día a la casa”.
Local
Diana Castillo, por su parte, considera que “las leyes son totalmente injustas (....) por un virus no puedes destruir la economía y la vida de las personas”, señala.
El alcalde del condado Miami-Dade,Carlos Giménez, ha señalado que la reapertura gradual en el condado se hará de acuerdo a las recomendaciones de los expertos y de los profesionales de la salud y siguiendo el protocolo en coordinación con el gobernador DeSantis.
Desde el 1 de marzo se han realizado 429,970 pruebas, que en un 8,4 % de los casos han sido positivas, pero si se tienen en cuenta solo los casos confirmados en los últimos 10 días la tasa de positivos está entre el 4,12 y el 6,18 %, según ha resaltado DeSantis.
Cerca de 2% de la poblacion estatal se ha hecho prueba del virus y el gobernaor aspira para el 15 de mayo hacer en promedio 30 mil pruebas por dia, y para el 15 de junio, unas 40 mil.
El gobernador ha manifestado que trabaja muy de cerca con autoridades del sur de la Florida para establecer cuándo se podrá dar inicio a la reapertura económica de los tres condados más afectados. Por ahora la consigna es mantener a todos seguros y evitar nuevos contagios.
El primer caso de COVID-19 en Florida se confirmó el uno de marzo y algunas ciudades y condados empezaron a tomar medidas ese mismo mes, hasta que la orden de permanecer en casa para toda Florida entró en vigor el 1 de abril y se extendió hasta este lunes 4 de mayo.
NADA SERÁ IGUAL
Salvo bares, clubes nocturnos, cines, gimnasios y peluquerías, barberías, centros de manicura y de otros servicios personales, mañana podrán abrir sus puertas todos los negocios de los 64 condados incluidos en la fase uno.
Pero nada será igual que antes en la primera fase, cuya duración va a depender de cómo evolucione la situación.
Mantener la distancia física de seis pies (1,82 metros) entre personas y no juntarse más de diez personas a la vez son los principales mandamientos de la fase uno.
En el caso de los restaurantes que subsistieron durante el confinamiento preparando comidas para llevar, ahora podrán atender a clientes dentro de los establecimientos pero al 25 % de su capacidad, lo mismo que los negocios de venta al por menor.
Todos los servicios médicos y centros relacionados con el cuidado de la salud podrán volver a funcionar normalmente y realizar procedimientos quirúrgicos, incluidos los estéticos.
Sin embargo, los hospitales que reanuden las operaciones que no sean de emergencia deberán estar listos para prestar ayuda a los centros geriátricos.
Más de 400 de las muertes por COVID-19 registradas en el estado se han producido en esos centros, que van a mantenerse aislados como hasta ahora, sin visitas de los familiares a los residentes.
EL TURISMO, UN MOTOR APAGADO
En cuanto a la movilidad, se puede viajar libremente por todo el estado y los visitantes que lleguen a Florida desde lugares que sean focos de COVID-19 deberán ser chequeados en el aeropuerto y ponerse en aislamiento por un tiempo.
Los alquileres por temporada a través de plataformas siguen suspendidos y en el caso de los hoteles y otros lugares de alojamiento solo se les permite prestar servicios esenciales.
Ni los parques temáticos por los que tanta gente visita Florida ni los cruceros pueden funcionar por ahora.
Esto significa que el sector turístico, el principal motor económico de Florida, que recibió 68,9 millonrs de visitantes de otros lugares de EEUU y del extranjero en el primer semestre de 2019, todavía tiene que esperar.
DESEMPLEO EN EL ESTADO
La Asociación de Hoteles y Alojamientos de EEUU calcula que de los 747,705 puestos de trabajo que dependen de la industria hotelera en Florida, 336,467 se han perdido o se perderán.
El número de despidos y suspensiones de empleo y sueldo temporales en el sector de los parques temáticos, que se concentra en Orlando (centro de Florida), se cuenta también por miles.
El índice de desempleo ajustado por temporada subió en marzo al 4,3 %, 1,5 puntos más que en febrero, y se estima que en abril subirá exponencialmente pues fue el mes del confinamiento.
Las solicitudes del subsidio de desempleo aumentaron en más de 426,000 la semana pasada en Florida y los problemas enel funcionamiento de la página oficial para reclamar esos pagos han hecho que un grupo de ciudadanos haya demandado judicialmente al gobierno del estado.
El índice mensual de confianza de los consumidores que realiza la Oficina de Investigación Económica y de Negocios de la Universidad de Florida se desplomó en marzo y quedó con 11,2 puntos menos que en febrero.