Un polémico proyecto de ley que es considerado dañino para el ejercicio del voto por correo en Florida fue aprobado por el Legislativo estatal y pasó al despacho del gobernador Ron DeSantis, quien se prevé que lo firmará muy pronto.
La medida, presentada por los republicanos, que son mayoría en el Congreso de Florida, fue aprobada con 23 votos a favor y 17 en contra.
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DeSantis, que se ha mostrado a favor de los cambios en el sistema electoral, ha sido criticado por ese apoyo pese a haber calificado las elecciones presidenciales de noviembre pasado como las "más transparentes y eficientes del país".
Para organizaciones civiles y los demócratas del estado, la ley, la SB-90, dificultaría el voto a las minorías, las personas mayores y aquellas con discapacidades al hacerles más difícil el voto por correo.
Con la nueva ley, los votantes que quieran hacerlo por correo tendrán que solicitar la papeleta cada ciclo electoral, y no cada dos como se hace actualmente.
Restringe también el uso de urnas para depositar el voto durante las jornadas de votación anticipada, que estaban disponibles las 24 horas del día los 7 días de la semana.
Habrá además una verificación de firma, lo que significa que los electores deben tener una rúbrica en el archivo de las autoridades electorales.
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"Nada sobre las elecciones de Florida ha demostrado la necesidad de esta ley", expresó Kara Gross, directiva de la Unión Americana de Libertades Civiles de Florida (ACLU, por sus siglas en inglés).
"Los republicanos de Florida están restringiendo el voto por correo y las urnas para depositarlo después de que más demócratas que republicanos votaron por correo en 2020", manifestó la comisionada de Agricultura de Florida, Nikki Fried.
"Es la supresión de votantes, simple y llanamente", se lamentó Frie, la única demócrata electa en el Ejecutivo estatal. La normativa se aprueba después de la cifra récord de que 4,8 millones de floridanos votaron por correo en la elecciones generales de noviembre pasado.
En 2020, unos 2,1 millones de demócratas votaron por correo, en comparación con 1,5 millones de republicanos y 1 millón de votantes que no estaban afiliados a ningún partido.
Gross señaló que las autoridades deben enfocar sus esfuerzos más bien en "mejorar el acceso de los votantes al agilizar los procedimientos de comparación de firmas de votantes y garantizar la uniformidad en todos los condados, o alentar lugares de votación justos".
De ser sancionada por el gobernador, la nueva ley entrará en vigor el 1 de julio.
