Carlos López vive sumido en una pesadilla desde el pasado 30 de diciembre cuando sus tres hijos y una de sus sobrinas murieron en medio de un terrible incendio en la casa de la abuela materna en el noroeste de Miami.
Tanto él como su esposa, aseguran que después de un mes y medio de la tragedia todavía desconocen cuáles fueron las causas del fuego.
Se trata de una familia hondureña que saca fuerzas aferrándose a la fe y manteniendo vivos los recuerdos de esos cuatro angelitos: Naziyah de un año, Nomad de 6, Nainalee de 8 y Heylin de 11.
Fallecieron en el hospital Jackson Memorial, y desde entonces su madre, Jasmine Fernández pasa los días abrazando las sabanas con la que fueron arropados los niños en sus últimos minutos de vida.
El fuego ocurrió en una vivienda que había sido rentada por la familia en el 3621 de la 18 Terrace del noroeste de Miami, muy cerca del aeropuerto. Hoy el abogado de la familia, Carlos Silva, anticipó posibles demandas contra la compañía encargada del seguro de esa propiedad y contra el dueño.
El abogado pretende tomar acciones contra el dueño de la casa porque las ventanas tenían rejas y fue imposible que los niños las usaran como ruta de escape.
