Cuba

Padre vive pesadilla al enterarse de que su hijo es uno de los balseros cubanos desaparecidos

Pedro Rodríguez, el padre de balsero desaparecido, cerca de Los Cayos de la Florida, sabe que su único hijo, Pedro Lázaro Rodríguez, de apenas 25 años, se lanzó al mar desde el puerto de Mariel.

Telemundo

Pedro Rodríguez, el padre de balsero desaparecido, cerca de Los Cayos de la Florida, sabe que su único hijo, Pedro Lázaro Rodríguez, de apenas 25 años, se lanzó al mar desde el puerto de Mariel, se pregunta: ¿quién lo tiene? ¿qué le pasó? ¿Se habrá ahogado?

“Después me entero de que habían rescatado ocho náufragos y que había diez desaparecidos y aumentó mi preocupación. Pero es que yo no tengo claro cuando salió él.

Al mostrarle la foto a uno de los ocho migrantes rescatados y repatriados a Cuba, y nos confirmó que sí, que el joven, padre de una niña de siete meses, venía con ellos y es uno de los desaparecidos. Las autoridades no han corroborado esa información.

“Ay, mi madre. Pero cómo no va a aparecer una lancha y cómo van a desaparecer diez personas”, dice Rodríguez.

Adrián Corcho es uno de los ocho balseros cubanos que el pasado jueves fueron rescatados en alta mar por la Guardia Costera de EEUU

Adrián Corcho es uno de los ocho balseros cubanos que el pasado jueves fueron rescatados en alta mar por la guardia costera de Estados Unidos. La embarcación en la que salieron del puerto de Mariel, naufragó un día antes, cuando ya estaban muy cerca de su destino.

“Nos sentimos bastante bien, hermano. Estamos quemados por el sol y traumatizados. Porque muchos de nosotros a la hora de rescatarnos perdimos la mente, estábamos alucinando. Llevábamos cuatro días sin dormir, dos sin comer y dos días a la deriva”, dice Corcho.

Y agrega: “entrando ya a los Cayos sale un abrigo y se enreda al motor. Y el motor se apaga, cuando lo vamos a encender ya no enciende. Entonces comienza a entrar mucha agua y muchas olas, y ahí ya perdimos el control de la balsa”.

Mientras la balsa comenzaba a hundirse con 20 personas a bordo, Adrián encontró la manera de mantenerse a flote: aguantarse de un tanque vacío.

“Y con ese tanque pude naufragar. Amigos míos que me encontré se fueron agarrando. Yo hubiese querido que se agarraran más. Pero fue imposible”, dice Corcho.

“Las olas los fueron separando de la embarcación. Ya se estaba hundiendo. Yo lo dejé atrás, pero eso se hundió y sé que todos lucharon por su vida. Ojalá aparecieran todos los desaparecidos”.

A ese tanque estuvieron aferrados durante más de 24 horas. Finalmente fueron rescatados y repatriados a cuba el pasado lunes, según dicen, sin la posibilidad de declarar su miedo creíble a volver ni solicitar asilo político.

“Como seres humanos merecíamos eso, una oportunidad. Muchas muertes y mucho sacrificio, y mira nos atendieron en el barco, pero solamente eso, más nada”.

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