. Este martes, la Junta Escolar aprobó un nuevo organigrama y una serie de medidas para recortar gastos en un intento por evitar un déficit de 76 millones de dólares al comenzar el próximo año escolar.
Los cambios fueron aprobados tras una tensa sesión en la que quedó claro que el distrito enfrenta un desafío sin precedentes, marcado por una combinación de factores: una caída sostenida en la matrícula estudiantil, menor financiamiento estatal y altos costos operativos.
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"Estamos enfrentando retos financieros severos”, admitió la miembro de la Junta, Rebecca Thompson, al justificar su voto. “Podemos culpar a administraciones pasadas, pero hoy nos toca a nosotros tomar estas decisiones difíciles”.
El superintendente Howard Hepburn fue el encargado de delinear el plan de acción. En un memorándum enviado a principios de mayo, propuso una reorganización de personal, el congelamiento de contrataciones en posiciones vacantes, y la limitación de pagos por horas extra. Además, se contemplan recortes en programas especiales, posibles cierres y consolidaciones de escuelas y ajustes en el sistema de transporte escolar.
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"Esto es un paso hacia una mayor eficiencia”, explicó Hepburn. “Solo con la reestructuración aprobada hoy esperamos ahorrar unos 7 millones de dólares, y a lo largo del nuevo año escolar la meta es alcanzar una reducción total de 64 millones”.
Uno de los puntos que más tranquilizó a los asistentes a la reunión fue la promesa de que no habrá impacto inmediato sobre el personal de instrucción —es decir, maestros y educadores en contacto directo con los alumnos.
La presidenta de la Junta Escolar, Debra Hixon, dejó claro el panorama sombrío que enfrenta el distrito si no se implementan estos cambios. “Vamos a comenzar el año escolar con un déficit de 76 millones de dólares. Y eso, sin saber aún cuál será el presupuesto final que recibiremos del estado”, expresó.
Local
La baja matrícula estudiantil —una tendencia que afecta a distritos escolares en todo el país— ha golpeado con especial fuerza a Broward. Al disminuir el número de estudiantes, también se reduce el monto que el estado asigna por alumno, lo que pone en jaque la sostenibilidad financiera del sistema.
El plan aprobado hoy incluye una revisión exhaustiva de las escuelas con baja inscripción, algunas de las cuales podrían ser cerradas o fusionadas con otras. También se evaluará si vale la pena llenar las vacantes que surgen por jubilaciones o renuncias, priorizando solo aquellas consideradas “esenciales”.
"Tenemos demasiadas escuelas para el número actual de estudiantes”, reconoció Hepburn. “Consolidar y cerrar algunos planteles es una medida necesaria, aunque dolorosa”.