MIAMI, Florida - El gobernador Ron DeSantis visitó la zona de Dekle Beach, condado Taylor, el sábado por la mañana, para evaluar los daños que dejó el paso del huracán Helene. El proceso de recuperación tomará meses o quizás años en esta área que se vio directamente afectada por el azote del sistema.
Muchas personas, que han vivido allí toda su vida, pudieron regresar a sus viviendas, ahora irreconocibles, para intentar rescatar algunas pertenencias en medio de montañas llenas de escombros.
Una residente del lugar, Stephanie Carter, dijo que “Mi casa estaba al otro lado de la calle …estaba allá, hizo un giro de 180 grados y terminó aquí… lo que estás viendo allá es la parte trasera de mi casa”.
El gobernador informó que 11 personas perdieron la vida tras el paso del sistema, varias en accidentes de tráfico y otras relacionadas directamente por la marejada ciclónica.
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La situación es tan seria que a este lugar solo pueden acceder personas que tengan un permiso especial o que tengan prueba de tener una propiedad en el lugar.
Según la Guardia nacional de Florida, muchos lugares están cerrados y no hay mucha comida.
Y es que miles de suministros también se están distribuyendo a otras ciudades, como Perry, Steinhatchee y Keaton Beach, golpeados por Helene.
El condado Taylor no ha reportado una cifra exacta de muertes debido a este huracán.
El gobernador dijo que esas familias que quieran regresar a sus hogares tendrán que esperar la decisión de cada condado, y que este domingo intentarán llegar donde tocó tierra el sistema.