Millas al sur de donde el huracán Ian tocó tierra el miércoles, los socorristas de la ciudad de Naples tenían dificultades para recibir llamadas debido a que la histórica marejada ciclónica se tragó cuadras enteras.
Ian tocó tierra como huracán de categoría 4 en Cayo Costa, según el Centro Nacional de Huracanes, y continuó azotando la península, provocando marejadas ciclónicas, vientos e inundaciones catastróficas.
No fue necesario un golpe directo para que Naples sintiera la ira de Ian. Los residentes de toda la vida dijeron que es diferente a cualquier tormenta que hayan presenciado antes.
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La alcaldesa de Naples dijo que en sus 33 años de vivir en la ciudad, este ha sido el peor huracán.
"Fue preocupante, y luego pasó a ser devastador", dijo la alcaldesa Teresa Heitmann.
Al menos ocho personas que hacían turismo e incluso navegaban en kayak por las calles inundadas tuvieron que ser rescatadas, dijo Heitmann.
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En un momento, se impidió que los socorristas respondieran a las llamadas al 157. La tormenta y los vientos impedían en un primer momento la acción de los socorristas.
Las autoridades implementaron un toque de queda obligatorio el miércoles por la noche.
“Establecimos el toque de queda porque la gente quiere ser parte de esto y saber qué está pasando, que es absolutamente lo peor que se puede hacer”, dijo Heitmann. "Tan pronto como el agua retroceda, tenemos que identificar a qué nos enfrentamos para poder despejar las carreteras y permitir que los residentes regresen cuando sea seguro".
Mientras Ian viajaba hacia el norte el miércoles por la noche, aún no estaban claro los daños dejó atrás el poderoso ciclón.
En un momento, estimaban que el 80% del condado de Collier se quedó sin electricidad. Los funcionarios del condado ya en la noche del miércoles habían comenzado a despejar las carreteras principales hacia hospitales y refugios de emergencia. Y en la mañana del jueves se intensificaban las labores de rescate y despeje de vías.
