Una presunta estafa en el ámbito de la construcción en Miami tiene como protagonistas a María de los Ángeles Rosales Solórzano y Luis Gustavo Arvelo Terán, una pareja que, según las autoridades, se hizo pasar por arquitectos y contratistas para defraudar a sus clientes de manera descarada.
El caso salió a la luz cuando una víctima contrató a esta pareja para realizar una remodelación completa y una adición en su hogar ubicado en el noroeste de Miami. Con un contrato firmado en septiembre de 2022 por la suma de $270,000, el damnificado entregó un depósito inicial de $135,000 a la empresa "Luma Solutions Corporation", propiedad de los acusados.
Tras recibir el pago, los supuestos arquitectos procedieron a demoler el interior de la vivienda, dejándola inhabitable. Sin embargo, los días pasaron y el cliente no recibió noticias sobre el avance de los trabajos. Preocupado, decidió consultar con el Departamento de Construcción, donde le informaron que la pareja no contaba con las licencias necesarias para llevar a cabo ese tipo de proyectos.
Según las declaraciones de Mike Vega, representante del Departamento de Policía de Miami, "la víctima en este caso los contrató a ellos para hacer trabajo en su casa". No obstante, al ser confrontados por la falta de licencias, los acusados respondieron de manera desafiante, afirmando que sus permisos no habían sido suspendidos ni revocados, cuando en realidad nunca los obtuvieron.
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Tras una exhaustiva investigación, María de los Ángeles Rosales Solórzano, de 33 años, y Luis Gustavo Arvelo Terán, de 34, fueron arrestados el pasado martes en la ciudad de Doral. Las autoridades sospechan que esta pareja podría haber engañado a más víctimas con su intrincada estafa, por lo que exhortan a cualquier persona que haya tenido tratos comerciales con ellos a que se comunique con la policía de Miami o con las autoridades locales correspondientes.
En una audiencia celebrada el miércoles, la pareja se presentó ante una jueza, donde se les asignó un abogado defensor y se les leyeron los cargos que enfrentan, que incluyen hurto mayor, fraude y operar sin las licencias requeridas para involucrarse en este tipo de negocios.
Según los informes, María de los Ángeles Rosales Solórzano, quien no tiene antecedentes penales previos, declaró en la corte ser una arquitecta venezolana que trabajaba como dibujante para varios arquitectos en Estados Unidos. Sin embargo, sus acciones han puesto en tela de juicio su credibilidad y han dejado a una familia sumida en un lío legal y financiero.
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A ambos individuos se les impuso una fianza de $30,500, mientras que las autoridades continúan investigando para determinar si existen más víctimas de esta presunta estafa. Este caso ha puesto de manifiesto la importancia de verificar las credenciales y licencias de los profesionales contratados, especialmente en proyectos de gran envergadura y alto costo.
