WASHINGTON- El Gobierno estadounidense considera que la salida de Venezuela del abanderado de la mayor coalición opositora de ese país, Edmundo González Urrutia, es consecuencia de las medidas "antidemocráticas" del régimen de Nicolás Maduro.
"Su salida de Venezuela es el resultado directo de las medidas antidemocráticas que Nicolás Maduro ha desatado desde las elecciones contra el pueblo venezolano, incluido contra González Urrutia y otros líderes de la oposición", dijo este domingo en un comunicado el secretario de Estado, Antony Blinken.
El excandidato presidencial, que se encuentra en España, sigue siendo en su opinión "una voz indiscutible por la paz y el cambio democrático en Venezuela", y Estados Unidos le apoya en su llamado a continuar "la lucha por la libertad y la restauración de la democracia".
González Urrutia pidió asilo al considerar que en Venezuela sufría persecución política y judicial después de las presidenciales del 28 de julio, cuya victoria oficial fue otorgada por el Consejo Nacional Electoral (CNE) a Maduro, sin mostrar los resultados de manera desglosada ni publicar las actas con los resultados de la elección.
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Ese resultado fue validado posteriormente por el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), pero la oposición insiste en que el vencedor fue González Urrutia y sustenta esa afirmación en el "83,5 %" de las actas electorales que asegura haber recabado mediante testigos y miembros de mesa el día de las votaciones y que las hicieron públicas en una página web.
Blinken apuntó que los venezolanos expresaron el 28 de julio "de manera abrumadora e inequívoca su deseo de un cambio democrático" y añadió que "los resultados electorales y la voluntad del pueblo no pueden simplemente ser ignorados por Maduro y las autoridades electorales venezolanas".
Estados Unidos, dijo, "condena enérgicamente la decisión de Maduro de utilizar la represión y la intimidación para aferrarse al poder mediante la fuerza bruta en lugar de reconocer su derrota en las urnas".
"En las últimas seis semanas, Maduro ha arrestado injustamente a casi 2,000 venezolanos, ha utilizado la censura y amenazas para silenciar a la oposición a su gobierno y ha violado las leyes venezolanas para permanecer en el poder contra la voluntad del pueblo venezolano".
Blinken reiteró por ello la petición de su país "para que cese la represión y libere de inmediato a todos los detenidos injustamente", y dijo que su Gobierno seguirá trabajando con sus socios internacionales para defender las libertades democráticas en Venezuela y garantizar que Maduro y sus representantes rindan cuentas por sus acciones.
El Centro Carter, que estuvo en el proceso electoral, dijo que la elección "no puede ser considerada como democrática" y explicó en un comunicado que el proceso "no ha alcanzado los estándares internacionales de integridad en ninguna de sus etapas relevantes y ha infringido numerosos preceptos de la propia legislación nacional".
Un panel de expertos de la ONU también dijo que los resultados anunciados por el CNE de Venezuela carecieron de transparencia e integridad "que son esenciales para celebrar elecciones creíbles".