Estados Unidos no ha establecido un rango de seguridad para los estadounidenses que viajan a Cuba ni respalda ningún informe independiente acerca de las condiciones de estancia en la isla, dijo un funcionario gubernamental.
La aclaración de Washington se produce luego de que se difundiera un informe con datos compilados por el sitio digital Data World, y algunos reportes periodísticos indicaran que el Departamento de Estado avala a Cuba como el "lugar más seguro” para los viajeros estadounidenses.
“Este informe no está respaldado por el Departamento de Estado. No estamos en condiciones de comentar el informe independiente de una tercera fuente”, dijo un vocero del Departamento de Estado a Telemundo 51.
El funcionario aclaró que “el Departamento no clasifica a los países en términos de seguridad”, aunque insistió en que “la seguridad de los ciudadanos estadounidenses en el extranjero es una de nuestras más altas prioridades”.
Aunque el Departamento de Estado emite advertencias por catástrofes naturales, epidemias o situaciones específicas en los países de destino de ciudadanos estadounidenses, no establece categorizaciones respecto a la seguridad de países o lugares que pueden ser visitados.
Estados Unidos ha emitido advertencias a los viajeros a Cuba por el brote de cólera en la isla, en agosto de 2013, y por el paso del devastador huracán Matthew, en octubre de 2016.
El funcionario reiteró a Telemundo 51 que antes de viajar al extranjero, se recomienda a los estadounidenses revisar la información disponible en la sección del Departamento de Estado dedicada a cada país específico (Country Specific Information), e inscribirse en el programa especial de viajeros (Smart Traveler Enrollment Program, STEP) para recibir cualquier alerta sobre el lugar de destino.
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Para recibir la información pertinente, el Departamento de Estado sugiere a los viajeros inscribirse en el sitio travel.state.gov
Para todos los países, se incluyen recomendaciones de seguridad y protección, transportación y situación der las carreteras, así como las restricciones y penalidades que establecen las leyes locales.
Desde 2003, el Departamento de Estado registra y divulga cifras de estadounidenses que fallecen en el extranjero por causas no naturales. Pero las autoridades indican que esta información no debe considerarse un informe estadísticamente completo de las muertes de ciudadanos estadounidenses, ni debe considerarse como una escala de seguridad para los viajeros.
En el caso de Cuba, la información menciona el mal estado y la escasa iluminación de las carreteras, y recomienda “evitar la conducción nocturna” en zonas no urbanas. Respecto al crimen, el Departamento de Estado dice que a pesar de que los delitos contra los estadounidenses y otros viajeros extranjeros en Cuba se ha limitado generalmente al hurto, se han recibido informes crecientes de agresiones violentas contra individuos para robarles.
Los viajes de cubanoamericanos y estadounidenses a Cuba se han incrementado notablemente desde el deshielo ocurrido en las relaciones entre ambos países, en diciembre de 2014, aunque el turismo sigue prohibido por las leyes del embargo.
El pasado año, viajaron a la isla 614,433 personas procedentes de Estados Unidos, de ellas 329,496 cubano y cubanoamericanos, y 284,937 ciudadanos estadounidenses sin vínculos familiares en la isla. En el caso de los estadounidenses el incremento fue de un 34 por ciento con relación al 2015.
Se espera que esta semana haya un aumento significativo de viajeros estadounidenses en Cuba, coincidiendo con el receso de primavera y la Semana Santa.
