Con su máquina de oxígeno, su San Lázaro, una nevera para la insulina y pocas pertenencias, aquí vive Raul hace un año, pero ahora tiene que irse.
Entre lágrimas dice que este es uno de los tantos lugares en los que ha vivido desde 2008.
La realidad del inminente desalojo del campamento donde vive más de una decena de personas condenadas por delitos sexuales e inscritos como agresores sexuales, llegó hoy al comité de justicia criminal y cumplimiento de la ley del condado Miami Dade. Pero para quienes viven en el campamento aquí, las reuniones no son solución.
Homeless Trust, la entidad del condado Miami Dade que se encarga de la atención a las personas sin hogar, dijo hoy que ha ofrecido alternativas estas personas a estos convictos no como la ayuda con el pago de lugares de renta; y añadieron que no han aceptado. Sin embargo, quienes viven aquí lo desmienten.
