El Museo de la Diáspora Cubana en Miami enfrenta un conflicto significativo a poco más de dos años de abrir sus puertas a finales del 2016, y luego de una batalla de más de una década para conseguir una sede.
Una auditoría ha revelado deudas pendientes y la división entre los miembros de la Junta por una decisión con relación a su directiva.
El presidente de la Junta directiva del Museo, el abogado Marcell Felipe, despidió a Ileana Fuentes, directora fundadora del Museo, y a Carisa Perez-Fuentes, directora de Comunicaciones y Diseño, e hija de Ileana Fuentes.
La decisión fue comunicada al Departamento de Asuntos Culturales del Condado mediante un email dirigido a Kelly Allocco, administradora de proyectos culturales, luego de que desatara numerosas repercusiones dentro de la directiva de la organización.
El antiguo presidente de la Junta y aún miembro de esta, Rafael L. Robayna, dijo que Felipe no tiene autorización para despedir a Fuentes, por lo que se ha contratado a un abogado para que asesore a la Junta, aseguró al Miami Herald, Michael Spring, director del Departamento de Asuntos Culturales de Miami-Dade.
Según Robayna, Felipe entró al edificio del Museo el sábado por la tarde sin autorización, dañando una cerradura y provocando que se disparara la alarma de seguridad. Por el momento, esta información no pudo ser comprobada de manera independiente.
En septiembre del 2017, la Comisión del Condado le asignó $550,000 en fondos al Museo para cubrir gastos administrativos y el programa de exhibiciones. Pero el subsidio para el 2019 está retenido porque la directiva del Museo no ha presentado el informe de los gastos del año pasado, que debe desde hace tiempo, dijo Spring.
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El funcionario ordenó una auditoría al Museo por “varias razones”, como deudas pendientes y un potencial conflicto de intereses porque Fuentes era la supervisora de su hija. El Museo no ha entregado la información solicitada para la auditoría desde octubre.
