La temporada de lluvias en el sur de Florida, que se mantuvo desde el 15 de mayo hasta este martes 15 de octubre, se define como el período del año en el que ocurre entre el 60% y el 70% de la precipitación media anual, convirtiéndose en un pilar fundamental para mantener las reservas de agua subterránea a lo largo del año.
En esta temporada lluviosa los acumulados registrados en ciudades como Miami, Fort Lauderdale y West Palm Beach estuvieron superando los valores normales tal como puede notar en el gráfico a continuación:
Los años con acumulados récords de agua corresponden al 2012 para Miami y 1947 para Fort Lauderdale y West Palm Beach, con valores de 66.62, 81.20 y 68.78 pulgadas respectivamente.
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La cantidad de lluvia que cae durante esta temporada define, en gran medida, las condiciones del agua que sustenta la vida y los ecosistemas de la región.
La temporada de lluvias en el sur de Florida es un espectáculo constante de humedad y calor. Con puntos de rocío que se mantienen casi todos los días en los 70°F, y temperaturas elevadas que crean las condiciones ideales para que las lluvias y tormentas eléctricas se formen prácticamente a diario.
El lugar exacto donde caerá la lluvia cada día es un baile entre los vientos a gran escala en las capas bajas de la atmósfera y los flujos más sutiles, como las brisas marinas y las brisas que soplan desde los lagos.