El siguiente contenido ha sido creado en colaboración con Sylvester Comprehensive Cancer Center. Este contenido no representa las opiniones del equipo editorial de Telemundo Miami. Haz clic aquí para conocer más sobre Sylvester Comprehensive Cancer Center.

El siguiente artículo fue escrito por: Lesley Klein, dietista de oncología clínica y dietista registrada de la University of Miami Health System

Cuando mis pacientes se someten a un tratamiento contra el cáncer, enfatizo dos cosas: consumir suficientes calorías para mantener un peso saludable y obtener buenas fuentes de proteínas para ayudar a construir y reparar el tejido desgastado.

Cuando tengas poco apetito, busca alimentos que te den más beneficios. Trail mix es un bocadillo rico en proteínas y alto en calorías. Agregar mantequilla de maní a los batidos de chocolate y plátano también puede aumentar la cantidad de calorías y proteínas. Si tienes dificultades para comer, puedes agregar proteínas en polvo (disponibles en variedades con y sin sabor) a batidos, cereales y sopas.

Puedes agregar más proteínas magras (lean proteins) a tu dieta con productos animales como pollo, pescado, huevos y lácteos. Pero también puedes obtener muchas proteínas de los alimentos de origen vegetal, como frijoles, lentejas, nueces, humus y semillas. También puedes probar leches no lácteas hechas de proteína de guisantes, avena, hemp, soja y diversas nueces. Las proteínas vegetales pueden ayudar a reducir la inflamación, un componente común de condiciones crónicas como el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardíacas y la obesidad.

La vitamina C puede ayudar a estimular tu sistema inmunológico. Siempre recomiendo que mis pacientes coman alimentos ricos en vitaminas en lugar de tomar suplementos. Éste es especialmente el caso con la vitamina C porque grandes dosis de antioxidantes (como la vitamina C) pueden hacer que los tratamientos contra el cáncer sean menos efectivos. En cambio, recomiendo que los pacientes disfruten de una cantidad razonable de alimentos integrales ricos en vitamina C. Estos incluyen cítricos, pimientos rojos y amarillos, fresas, guayaba, brócoli, melón, col rizada, kiwi, papaya y tomates.

Nunca le digo a los pacientes que eviten los alimentos específicos, a menos que haya una interacción potencialmente peligrosa o no deseada entre alimentos y medicamentos. Sin embargo, animo a todos a elegir mejores alimentos. Esto incluye evitar alimentos altamente procesados y envasados, que cuentan con azúcares agregados, harina blanqueada y productos químicos y preservantes. Cuando se trata de tomar decisiones más saludables con más frecuencia, si digo que nunca debes comer helado, lo vas a querer todas las noches. Sin embargo, si te digo que el helado está bien una vez por semana, eso es seis veces mejor para ti.

Agrega variedad a tu dieta

Si te has cansado de comer las mismas comidas, prueba algo diferente. ¿Has probado granos ancestrales como la quinua, la espelta, el farro y el alforfón? Se preparan como el arroz, pero ofrecen más proteínas y diferentes sabores y texturas.

Cocina los granos ancestrales en caldo bajo en sodio con ajo, cebolla, tomates y pimientos para agregar más sabor. Mezcla los granos con frijoles y tendrás una guarnición con casi 13 gramos de proteína. También puedes agregar granos ancestrales cocidos a sopas de alverjas, vegetales, champiñones y lentejas. Si te gusta la repostería, intenta usar harina de espelta en lugar de harina blanca.

Una de mis recetas familiares favoritas se llama kasha varnishkes. En una olla tapada, cocinara ¼ de taza de alforfón en taza y media de agua hirviendo, hasta que el alforfón esté suave y esponjoso. Saltea las cebollas en aceite de oliva. Hierve un poco de pasta lazo hasta que esté tierna. Luego mezcla la pasta, cebolla, alforfón y condimenta con sal y pimienta para obtener un plato satisfactorio.

Cómo manejar de forma segura tus compras y deliveries

Con la pandemia actual, existe la preocupación de recoger COVID-19 de las gotas infectadas de tos o estornudos que quedan en los artículos de la tienda de comestibles, alimentos y comestibles entregados a mano y comida para llevar de los restaurantes locales. Aquí hay algunos consejos sencillos para limitar su exposición al traer alimentos y productos a tu hogar desde supermercados y deliveries.

  • Cuando vayas de compras, usa una toallita desinfectante en tus manos y en el carrito de compras antes y después de comprar.
  • En la caja registradora, usa una tarjeta de crédito, para no tener que interactuar directamente con las manos del cajero.
  • En casa, desecha las bolsas de plástico, las cajas de entrega y otros materiales de embalaje. Luego, lávate las manos.
  • Lavar todos los recipientes no porosos como vidrio, latas y bolsas de plástico sin abrir con agua jabonosa o limpiar bien con toallitas desinfectantes antes de guardarlos en el refrigerador y en los gabinetes.
  • Lavar todos los productos frescos con agua corriente, incluidos los artículos con cáscara como plátanos, naranjas y aguacates. Como limpiador natural, puede rociar los productos con una mezcla de mitad agua y mitad vinagre blanco antes de enjuagar.
  • Desinfectar las manijas (en puertas, gabinetes, fregaderos y electrodomésticos de cocina) y cualquier otra superficie que haya tocado al momento de desempacar, lavar y guardar los comestibles.
  • Si se recogen o entregan comidas ya preparadas en tu hogar, evitar las transferencias directas si es posible. Que dejen las entregas en tu puerta.
  • Pagar electrónicamente cuando sea posible.
  • Lávate las manos antes de comer o preparar alimentos.

Los pacientes con cáncer y aquellos que preparan alimentos para ellos deben seguir las pautas de seguridad alimentaria. Debido a su sistema inmunológico comprometido, es esencial evitar la infección de manos sucias, alimentos poco cocidos, productos no lavados, alimentos no pasteurizados y ambientes de cocina insalubres. Para más información, recomiendo leer la guía sobre comidas saludables  del Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, Administración de Drogas y Alimentos, Food Safety for People with Cancer.

Reduce tu estrés

¿Qué más puedes hacer para apoyar a tu sistema inmunológico mientras te quedas en casa y practicas el distanciamiento social? Dormir lo suficiente (de seis a ocho horas cada noche) puede reducir el cortisol, la hormona del estrés, que suprime la función inmune.

Asimismo, la actividad física moderada puede eliminar toxinas, reducir el estrés y mejorar el apetito. Da un paseo por tu vecindario o sigue una rutina de ejercicios o yoga en video para manejar el estrés y la ansiedad adicionales que enfrentamos en estos días.

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