En el juicio por la masacre de Parkland, defensa y fiscalía se sacan chispas, mientras el considerado “padre del síndrome de alcoholismo fetal” declaró en la audiencia de este martes.
En esta jornada extendió su declaración el neuropsicólogo Paul Connor, pero antes de comenzar hubo un debate entre la defensa y la fiscalía, porque Connor no grabó en vídeo la evaluación que le hizo al acusado el día que lo visitó en la cárcel, el 20 de mayo del año pasado.
Aunque parezca un juego de palabras, la fiscalía objetó que la defensa haya decidido no grabar en vídeo la evaluación a su defendido, cuando la misma defensa, dijeron, reclama la grabación de los especialistas que presenta la fiscalía.
Además, la defensa planteó que una pregunta de la fiscalía referida a la no grabación del vídeo, sugería respuesta inducida. Por lo tanto se solicitó que esa pregunta se vuelva a formular pero de manera diferente.
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Después la fiscalía amplió sobre el gráfico que Connor había mostrado en la audiencia anterior, referente al diagnóstico de salud mental del confeso autor de la masacre, al cuestionarse la validez de esos resultados por parte de la fiscalía.
En este punto, el fiscal Mike Satz consideró que el manual de diagnóstico estadístico de trastornos mentales, que usan los médicos, establece que los trastornos neuroconductuales, asociado a la exposición prenatal de alcohol, necesitan más estudios.
Después declaró un pediatra al que se lo conoce como el padre del síndrome alcohólico fetal, por sus años de investigación sobre el tema.
Local
Kenneth Lyons Jones, médico pediatra e investigador, refirió que el trastorno fetal del espectro alcohólico no es un diagnóstico; sino un término general.
Y fue más allá en relación al acusado, cuando dijo que cumplía con los criterios de deterioro cognitivo, según la conclusión de los estudios hechos por el Dr. Connor.
El año pasado, después de una evaluación, el Dr. Jones concluyó que el acusado tiene un trastorno del desarrollo neurológico relacionado con el alcohol, pues su estado nutricional era horrible, y había evidencia que el feto estaba en peligro. Al nacer por cesárea, dijo, tuvieron que resucitarlo.
