La Cámara de Representantes de EEUU, de mayoría demócrata, aprobó una iniciativa en apoyo a quienes salieron a la calle en Cuba el pasado 11 de julio, en lo que fueron las protestas antigubernamentales más grandes en la isla en las últimas seis décadas.
Con el respaldo de 382 legisladores y el rechazo de 40, la iniciativa fue aprobada en la Cámara Baja y ahora pasará al Senado para luego ser enviada a la Casa Blanca, donde el presidente Joe Biden, debe firmarla para que se convierta en ley.
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El proyecto fue impulsado por la legisladora demócrata Debbie Wasserman-Schultz y recibió el apoyo del republicano Mario Díaz-Balart, ambos representantes del estado de la Florida, donde reside buena parte del exilio cubano.
El pasado 11 de julio, miles de cubanos salieron a las calles de forma espontánea para reclamar más libertades y un cambio político en unas protestas que se saldaron con centenares de detenidos y condenas de cárcel.
Para el 15 de noviembre, algunos sectores de la isla convocaron una marcha pacífica pero el Gobierno negó el permiso para celebrar esa protesta y advirtió a los convocantes de que se les imputarán delitos y serán procesados si mantienen la decisión de marchar.
Local
En Cuba, los derechos de huelga y manifestación no se contemplan fuera de las instituciones estatales, por lo que, de haberse autorizado, la marcha del 15 de noviembre habría sentado un precedente histórico.
No obstante, en reacción a esa prohibición, Washington ha advertido que responderá, posiblemente con sanciones, si se "violan los derechos fundamentales" del pueblo cubano o se procesa a los impulsores de la marcha de noviembre.