Los casos de coronavirus en la Florida llegaron el domingo a 31,528 luego de reportarse 689 nuevos positivos y 19 fallecimientos adicionales en el estado, informó el Departamento de Salud de Florida.
Miami-Dade tiene 11,351 casos y Broward 4,729. Los dos condados son los que tienen mayor número de personas infectadas en el estado, donde ya han muerto 1,074 personas por el COVID-19.
Además, el condado Palm Beach tiene 2,697 casos positivos y Monroe 78. Un total de 4,957 personas han sido hospitalizadas en el estado durante este brote, lo que no quiere decir que todos estén hospitalizados en este momento.
En el centro del estado, el condado Orange tiene 1,322 casos confirmados de COVID-19 y Hillsborough 1,048.
La ciudad de Miami tenía 7,001 casos, seguida por Hialeah con 1,407, Hollywood con 1,216, Fort Lauderdale con 1,087, Orlando con 965, Tampa con 690, Miami Beach con 678 y West Palm Beach con 500.
Tanto las autoridades de las ciudades y condados como las del estado se preparan para una semana de decisiones cuando se cumple el próximo jueves 30 de abril el fin del confinamiento ordenado por DeSantis en todo el estado, que empezó a regir desde el pasado 1 de abril.
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El gobernador ha dicho que no tiene prisa de abrir y que lo hará de forma "metódica y bien", escalonada y sin necesidad de "fechas artificiales".
Ciudades como Miami Beach, en el condado de Miami Dade, el más afectado de los 67 de Florida con 11.351 casos, anunciaron que las playas no se podrán abrir hasta junio próximo, pero que esta semana relajará el cierre de parques, marinas y campos de golf, pero no para juegos en equipo.
Se prevé que el alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, se pronunciará en el mismo sentido con el tema de los parques.
Por ahora, los condados que más han adelantado la apertura son los del norte, donde se han presentado menos muertes y casos, que comenzaron desde el pasado 17 de abril a abrir sus playas, como lo hizo Jacksonville, pero con restricciones y sin mucho éxito de distanciamiento social.
Este asunto preocupa al alcalde de Miami Beach, Dan Gelber, que ve como "una pesadilla" hacer cumplir el distanciamiento social en unas playas tan turísticas como las del sur de Florida, a las que acuden "millones" de visitantes.
Algunas protestas en caravanas de vehículos y de ciertos sectores de la economía están presionando la apertura del estado, donde las solicitudes de ayuda de desempleo se acercan a los 2 millones.
Florida puede perder un 11,4 % de su PIB basado en las proyecciones de mortalidad oficiales, según un estudio del Consejo de Planificación Regional de la Bahía de Tampa (TBRPC).
"Si bien Florida tiene menos casos de coronavirus per cápita que muchos estados, es uno de los más vulnerables a sus impactos económicos debido al perfil de edad y la dependencia del estado al turismo", reseña el informe.
Es por ahora incierto el daño que causará el cierre al presupuesto de Florida 2020-2021 por 91.000 millones de dólares, que entra en vigencia el próximo 1 de julio y contempla subidas salariales para los maestros.
Este presupuesto depende ampliamente en los impuestos a la ventas, un esquema que funciona cuando el turismo está activo, cuando los hoteles, playas y parques temáticos están abiertos.
Miami-Dade el epicentro
El número de personas infectadas con el coronavirus SARS-CoV-2 en el condado Miami-Dade de Florida, el más afectado en este estado por la pandemia, podría ser 16 veces mayor de lo que indican las cifras oficiales basadas en test, dijo el pasado viernes 24 el alcalde, Carlos Giménez, al ofrecer resultados de un reciente estudio de serología.
En una conferencia de prensa conjunta con investigadores de la Universidad de Miami (UM), Giménez expuso que entre el 4,4 % y el 7,9 % de la población del condado podría estar infectada.
El estudio de la UM estimó en unas 165.000 infecciones promedio en este condado, con unos 123.000 en el extremo inferior y 221.000 en el rango superior.
Alrededor de 1.400 personas fueron evaluadas en las primeras dos semanas del estudio, realizado por investigadores del Centro Integral de Cáncer Sylvester de la Facultad de Medicina Miller, de la UM.
El programa de vigilancia, también conocido como SPARK-C y que continuará realizándose en los próximos días, tiene como objetivo determinar la tasa real de exposición al COVID-19 en la comunidad, indicaron los investigadores.
Entre estos se encontraba en la conferencia virtual Erin Kobetz, profesora de Medicina y Ciencias de la Salud pública de la UM e investigadora principal del proyecto.