El exlíder principal del grupo Proud Boys y otros miembros fueron acusados el lunes de conspiración sediciosa, por lo que los fiscales federales dicen que fue un ataque coordinado contra el Capitolio de los Estados Unidos para evitar que el Congreso certificara la victoria electoral del presidente Joe Biden en 2020.
La última acusación contra Henry “Enrique” Tarrío, el ex presidente de Proud Boys, y otros cuatro vinculados al grupo se produce cuando el comité de la Cámara de Representantes de EE. UU. investiga el incidente del 10 de enero, y se prepara para comenzar audiencias públicas esta semana para presentar sus hallazgos.
La acusación formal alega que los Proud Boys conspiraron para oponerse por la fuerza a la transferencia legal del poder presidencial.
Tarrio y los demás, Ethan Nordean, Joseph Biggs, Zachary Rehl y Dominic Pezzola, fueron acusados previamente de diferentes cargos de conspiración.
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Están programados para ser juzgados en agosto en la corte federal de Washington, D.C.
Los cargos de conspiración sediciosa se encuentran entre los más graves presentados hasta el momento, pero no son los primeros de su tipo. Once miembros o asociados del grupo de milicias antigubernamentales Oath Keepers, incluido su fundador y líder Stewart Rhodes, fueron acusados en enero de cargos de conspiración sediciosa en una grave escalada en la investigación más grande en la historia del Departamento de Justicia.
