Caos y desesperación en las Bahamas

El piloto Carlos Riquezes realizó un viaje de casi cinco horas a un territorio que conoce prácticamente de memoria. Sin embargo, dice que lo que vieron sus ojos tras la tragedia en Bahamas, no tiene precedente.

El objetivo de este viaje fue constatar la verdadera magnitud de la tragedia y aunque la realidad superó cualquier expectativa, ahora saben cuál es la mejor manera de ayudar.

Entre las necesidades urgentes están el agua, las medicinas, maquinaria, plantas eléctricas, pañales.

Sin embargo, el gran reto para este piloto y su compañía de aviación así como para las autoridades es poder descargar esos insumos.

En medio de tanta devastación, el caos se extiende y hay rumores de que “hoy le dispararon a un avión y que a una persona que aterrizó lo amenazaron con un cuchillo”.

Mientras las autoridades buscan la mejor manera de transportar la ayuda lo antes posible, en el sur de la florida crece la solidaridad, con más de 20 centros de recepción. En Bahamas, miles lo necesitan.

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