Murciélagos, zorros, mapaches, son algunos de los animales salvajes con mayor riesgo de ser portadores de la rabia, pues al entrar en contacto con animales domésticos a través de una mordedura pueden transmitir la enfermedad.
El virus ataca al sistema nervioso, produciendo encefalitis y la mortalidad es casi del 100 por ciento en animales y humanos.
La mayor medida preventiva contra la rabia es la vacunación. El proceso más importante de verificación en cachorros de perros y gatos se aplica a las 16 semanas de edad, la cual es reforzada cada año, pero cuando hay sospecha que un animal está infectado con rabia se pone en cuarentena, y se pone en observación, si se ve que el animal está progresando en cuanto a lo que son los síntomas de la rabia, desafortunadamente por regulaciones legales, el animal tiene que ser sacrificado.
Y la principal recomendaciones que si usted sospecha que su mascota tiene síntomas de rabia, aléjese y llame a control de animales, ellos se encargaran de la evaluación pertinente.