Jerson Sánchez, de 24 años, y Andy Peña Soto, de 26, eran los conductores de dos vehículos que presuntamente tuvieron un accidente el pasado lunes a eso de las 8:30 de la noche.
Ambos llamaron a la policía para notificar que habían sufrido un accidente en la intersección de la callle 43 y la 9 ln, en el este de la ciudad de Hialeah.
El primer conductor le dijo a la policía que venía manejando por la 9 ln y se detuvo en la señal de pare, avanzó y volvió a detenerse para buscar visibilidad, pero fue entonces cuando recibió el impacto de un segundo vehículo.
Además de los conductores, en los autos viajaban pasajeros, que fueron entrevistados por separado por la policía, quien le preguntó a Peña Soto si conocía a la mujer que lo acompañaba, Dayana Sánchez, de quien dijo era su amante, sin embargo no se sabía su nombre completo.
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Por su parte, Jerson Sánchez afirmó que su acompañante, Félix Ricardo González, era su amigo, pero tampoco se sabía su nombre.
El abogado criminalista Albert Quirantes asegura que cuando “el que va en el carro no se sabe el nombre de la otra persona, ni se sabe la dirección, lo cual causa más indagaciones, más investigaciones”.
La policía determinó que se trataba de un accidente fabricado y todos fueron arrestados en la escena.
“Te voy a explicar cómo sucede: están reclutando a personas recién llegadas o de bajos ingresos, y les dicen: ‘te voy a dar 500 dólares si participas en un accidente fingido’, ese es el promedio”, explica el abogado criminalista, Albert Quirantes.
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Según el abogado, que no está relacionado con este caso, cada persona puede generar un mínimo de 10 mil dólares en reclamos médicos al seguro.
“Se sabe que cuando es un accidente ficticio, comienza en una clínica de dolor o en una clínica privada y las personas generalmente no van a emergencia”, asevera el abogado criminalista.
Fabricar un accidente podría ser castigado con hasta 15 años en prisión, pero además, tiene un costo para todos. “Debido a estos fraudulentos han subido las primas de los seguros que muchos de estos residentes ya no pueden ni costear”, explica Albert Quirantes.
Según el abogado, aunque las autoridades no han podido eliminar por completo esta modalidad de fraude, si hay mucho interés en arrestar a quienes lo cometan, incluso con agentes encubiertos que se hacen pasar por reclutadores.
