En abril pasado, un violento robo sacudió al restaurante Red Lobster ubicado en Palm Beach Lakes Blvd, West Palm Beach. Lo que inicialmente parecía un asalto aleatorio reveló un impactante giro la semana pasada cuando la policía arrestó al sospechoso: el propio cocinero del establecimiento.
El incidente quedó registrado en un video de vigilancia que muestra el momento en que un hombre enmascarado entra al restaurante y, apuntando con una pistola, inicia el asalto. Navarda Perez, la gerente del restaurante y víctima principal del ataque, narró cómo el asaltante lanzó al suelo al lavaplatos y le ordenó que mirara al piso antes de sacarla a la fuerza de su silla y exigirle que abriera la caja fuerte.
"Le hice caso a todo lo que me decía, pero no obstante, me seguía pegando en la cabeza con la pistola," relató Navarda Perez, quien recibió al menos cuatro golpes en la cabeza.
El video también muestra al ladrón llenando un bolso con el dinero de la caja fuerte, un momento de desesperación y terror para los empleados presentes.
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Días después del robo, Navarda Pérez se dio cuenta de que la voz del asaltante le resultaba extremadamente familiar. Era la voz de Ta’shambae Greene, el cocinero a quien ella misma había enviado a casa esa noche debido a la baja afluencia de clientes.
"Era alguien a quien estaba ayudando a que recupere a su hijo y darse la vuelta y hacerme eso a mí… No tiene corazón," comentó Navarda Perez, aún sorprendida por la traición de alguien en quien confiaba.
Cuatro días después del incidente, la gerente fue despedida de su trabajo. La empresa alegó que la culpa del robo recaía en ella por haber dejado la puerta trasera abierta, una acusación que Perez niega rotundamente.
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"Mi empresa no mostró simpatía alguna, no les importó. Dijeron que fue mi culpa por haber dejado la puerta trasera abierta, lo cual no era verdad," declaró Perez, visiblemente afectada no solo por el robo, sino también por la falta de apoyo de sus empleadores.
La policía, al investigar la casa de Ta’shambae Greene, encontró pruebas contundentes que lo relacionaban con el robo. Entre las evidencias halladas se encontraban dinero en efectivo y un arma de fuego, elementos que fortalecieron el caso en su contra.
Ahora, Greene enfrenta múltiples cargos criminales, incluidos robo con arma, secuestro y posesión de un arma por parte de un criminal convicto. El juez ha negado la fianza, por lo que permanecerá en la cárcel mientras se desarrolla el proceso judicial.