Dónde están, es la pregunta que se hace el padre de Alejandra, quien es parte de los 10 cubanos que salieron a principio de mes en una embarcación desde Cuba hacia Estados Unidos.
“Todavía yo me acuesto y digo a lo mejor va a sonar el teléfono y voy a sentir su voz diciendo papa estoy vivo, desesperado, no sabes”.
Dice que nunca imaginó que su hija de 16 años hiciera algo así. La balsa salió desde Guanabo, municipio Habana del Este, en La Habana.
Tenían 100 litros de petróleo, 3 menores, llevaban chalecos, y a pesar de llevar condiciones y tener a bordo una persona con conocimientos de motores de embarcaciones, hasta el momento, no hay rastro.
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“Yo he tratado de conservar la calma, yo estuve 22 en el buque madre, en calidad de detenido, no pierdas las esperanzas y todas esas cosas”.
7 adultos y 3 niños. Los familiares se pusieron en contacto con congresistas locales, los únicos que pueden obtener la información directamente con la guardia costera. Aún esperan respuestas, mientras pasan las horas.
“Ellos pueden haber estado trabajando los pueden haber arrojados en un cayo, sin que nadie sepa que ellos están ahí, su barco se rompió, no tienen como arreglarlo, a exponerse, guardacostas”.
