Lo que comenzó como el robo de un tráiler con motores fuera de borda terminó con un arresto por múltiples delitos graves y el hallazgo de lo que parece ser un centro de desmantelamiento de embarcaciones en el patio de una casa en el noroeste de Miami-Dade. Un rastreador AirTag fue clave para resolver el caso.
Peter Hogg, dueño de Hurricane Yacht Sales y Hurricane Marine, llegó a su taller como cada lunes por la mañana. Uno de sus empleados, en tono de broma, le preguntó por qué se había llevado el tráiler. La respuesta fue inmediata: “¿De qué estás hablando?”. Al mirar por la ventana, confirmó lo peor: el tráiler había desaparecido.
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“Entré en modo pánico”, relató Hogg, quien al revisar las cámaras de seguridad, vio cómo una camioneta negra se llevaba el tráiler a las 3:30 a.m. “Tenía tres candados, pero eran profesionales. Lo hicieron en minutos”.
El tráiler transportaba tres motores Mercury Verado 300, valorados en aproximadamente $30,000, que Hogg había retirado de un bote tras realizar un repotenciamiento para un cliente. Además, el tráiler mismo tenía un valor de varios miles de dólares.
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“Habría sido una pérdida de más de $50,000 para mi negocio. Un golpe así puede cerrar una empresa pequeña”, lamentó Hogg.
Sin embargo, Hogg había tomado una precaución: ocultó un AirTag bajo el tráiler con un imán. Aunque el dispositivo dejó de emitir señal poco después del robo —posiblemente destruido por los ladrones—, en la madrugada alcanzó a marcar una ubicación en Opa-locka y Hogg fue personalmente a investigar.
Tras horas de recorrer un parque industrial, estuvo a punto de rendirse. “Y de pronto, mi teléfono hizo ping: el AirTag reapareció”, dijo Hogg, quien siguió la señal hasta una residencia en el 15050 de South River Drive, donde alertó a la policía.
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Los oficiales llegaron y obtuvieron consentimiento para inspeccionar la propiedad. Lo que encontraron fue más que un simple robo: los tres motores estaban parcialmente desmantelados, junto a un tráiler y una embarcación con los números de identificación borrados. También había una casa rodante robada desde 2023 y una gran cantidad de piezas náuticas en el patio.
“Había transmisiones, piezas de motor, por lo menos 30 unidades desarmadas”, contó Hogg. “Esto no era un caso aislado. Es evidente que han hecho esto antes”.
El residente, identificado como Héctor Rodríguez Lafuentes, un mecánico de botes de 53 años, fue arrestado y enfrenta al menos siete cargos, entre ellos robo mayor en segundo y tercer grado, y posesión de motores y vehículos sin número de serie.
Según los reportes policiales, Rodríguez Lafuentes se negó a cooperar con las autoridades y solicitó ejercer su derecho a guardar silencio.
“Es frustrante tener que pasar por esto, pero fue un alivio que lo arrestaran”, expresó Hogg. “Aunque sinceramente, creo que él no es el cabecilla. Es solo el que estaba ahí desarmando las piezas. Hasta que no le corten la cabeza a la serpiente, esto seguirá ocurriendo”.
El empresario anunció que ha tomado medidas adicionales de seguridad. “Voy a soldar rastreadores GPS dentro de cajas de metal en cada tráiler que tengo. Ya no me arriesgo más”, aseguró.
Rodríguez Lafuentes continúa detenido en el centro TGK sin derecho a fianza en algunos de los cargos. Las autoridades siguen investigando si otros robos recientes de motores marinos en la zona están relacionados con este caso.