Desde que Jorge Luis Navarrete fue diagnosticado con Alzheimer, ni el ni su familia han dejado un segundo de luchar contra ese mal.
"Es triste, no me acomplejo porque es un problema de la vida, de la edad y que la enfermedad dice estoy aquí", confiesa Navarrete.
"A ellos se les olvida tomar el medicamento y tiene que haber alguien que este al tanto de eso. Yo cuento con una enfermera particular, este enfermo a veces es un poquito majadero", comenta la esposa de Navarrete, quien le cuida todo el tiempo.
"Hablaba de algo y como a los cinco minutos volvía a repetir lo mismo" dice la esposa de este paciente que fue el modo en que se dio cuenta que algo no estaba bien.
Después que el neurólogo le diagnosticó lo que temían, Jorge comenzó a participar en un estudio del Miami Jewish Health System, una institución donde además del tratamiento médico convencional se hace énfasis en la empatía con el paciente.
La empatía es fundamental en la relación paciente-cuidador porque se hace el esfuerzo por comprender al otro, aseguran especialistas del programa.
Con esta filosofía, el centro está trabajando para crear una villa donde puedan quedarse los pacientes con un grado de Alzheimer de moderado a severo.
Local
La manera en que esta villa funciona es que las residencias parecen un hogar y las personas que las atienden no están vestidos como enfermeros, no se siente como un centro medico. Los pacientes podrán moverse libremente dentro del recinto, de una casa a la otra, por la plaza, visitar un café o un centro de arte, así como un spa y un centro de salud y bienestar.
Pienso que desde el punto de vista del enfermo eso lo va a ayudar aseguran los médicos.
