Tras la decisión del departamento del transporte de EEUU de suspender los vuelos de ida y vuelta a Venezuela, decenas de personas continúan varadas en el Aeropuerto Internacional de Miami, luego de que no pudieran tomar sus reservaciones tal como estaban planificadas.
A Carmen le diagnosticaron artritis crónica estando en Miami, pero su situación ha empeorado con el pasar de los días, pues ya lleva más de 72 horas durmiendo en un asiento del aeropuerto. “No te imaginas los dolores que cargo”, asegura.
La situación no es distinta para María, quien luego de haber estado 5 meses en Houston, Texas, pretendía volver a su natal Barquisimeto, en Venezuela. A ella le parece injusta esta amarga experiencia que atraviesa. “Es terrible no tener donde bañarte”, dice angustiada.
Las lágrimas no se hacen esperar en estas personas que consumidas en la desesperación, aseguran que la distancia, el frío y el no tener con que comprar comida, ha sido una humillación que jamás pensaron vivir.
