Sobreviviente del colapso del puente cuenta experiencia

Richard Humble viajaba con su amiga Alexa Durán quien no sobrevivió a la tragedia.

Aunque Richard Humble solo sufrió heridas físicas leves pero su trauma emocional ha sido muy profundo, luego de que el pasado 15 de marzo sobreviviera al colapso del puente peatonal de FIU, donde desafortunadamente falleció la amiga con la que viajaba.

El joven acompañaba a Alexa Durán, de 18 años, quien conducía un Toyota 4Runner que quedó aplastado debajo de las 950 toneladas de concreto, de las que por fortuna el estudiante pudo ser rescatado.

Minutos después  llamó a su madre, Lourdes Humble, quien recuerda que "la llamada fue horrible". Sentí "pánico con dolor en el corazón, oír un hijo gritar así y las ambulancias atrás no hay palabras" para describirlo, dijo con lágrimas en los ojos la madre de Humble.

Su amiga lo había llevado al médico después que él tuviera fiebre muy alta la noche anterior. El estudiante de 19 años dijo que escuchó un ruido extraño y luego vio como el puente les caía encima. 

"Lo único que pude hacer fue gritarle a ella y agacharme", recuerda Humble del trágico suceso, quien tras salir de los escombros llamaba a Alexa pero ella no respondía.

"Miré hacia Alexa varias veces, su sangre se había derramado encima de mi y ella no se movía, cuando me rescataron miré una vez más y solo vi su cabello", confesó Richard Humble. 

Su abogado Stuart Grossman asegura estar comprometido a averiguar quienes tienen cualquier tipo de responsabilidad en relación con la tragedia que dejó un total de 6 muertos.

Aunque pudieran pasar varios meses antes de que la Junta Nacional para la Seguridad en el Transporte determine cual fue la causa del desplome del puente peatonal de FIU, el abogado de Humble alega que hubo negligencia pues tenían que haber desviado el tránsito de la calle 8.

"Claramente los inspectores no hicieron su trabajo, los ingenieros y los contratistas tampoco. Vamos a averiguar lo que estaba pasando" afirmó el abogado de Humble. 

Stuart Grossman fue uno de los que representó a los 4 trabajadores de la construcción que murieron cuando un garaje del Miami Dade College colapsó en el 2012, en la ciudad del Doral. En ese caso el contratista llegaron a un acuerdo con las familias de las víctimas fuera de la corte.

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