La tradición de saborear un pan cubano recién horneado sigue intacta. El problema es que a lo largo del Estado la producción del gustado alimento es cada vez más complicada.
Una complicación que nada tiene que ver con la receta para elaborarlo, sino con las manos que lo hacen, pues cada vez menos personas se dedican a la producción de pan cubano en la Florida.
Telemundo 51 visitó una panadería en la ciudad de Tampa, la Segunda Central, con 103 años de actividad comercial. Allí, Tony Moré, su dueño asegura que ya nadie enseña a elaborar pan. "Hay que pagar si quieren aprender", dice.
De ahí la iniciativa del lugar: ofrecen talleres para aprender el oficio, usando técnicas tradicionales, por lo cual el producto sale de una manera genuina, que incluye el uso de hojas de palmas en el horneado, como se hacía en los inicios.
Pero los cursos intensivos no solo son para hombres. En la Segunda Central, las cinco mujeres han mostrado interés por el oficio. "Si bien llegan, no juegan, empiezan a trabajar", asevera Roroger Berrocal, panadero hace 20 años.
