Cuando los barcos se aproximaban a los peligrosos arrecifes de los cayos floridanos, ahí estaba El Farito para alertarles. Se construyó en 1825 y es la estructura más antigua en el condado Miami-Dade.
Inicialmente su altura era de 65 pies. “En el año 1955 con las quejas de que no se veía bien, fue aumentado otros 35 pies y hoy está a 95 pies de altura”, explica Jorge Brito.
Es propiedad del Departamento de Protección Ambiental de la Florida. Antes se Iluminaba con querosene, hoy lo hace con electricidad. Tiene 109 escalones que los visitantes suben en unos 5 minutos.
“Este parque es uno de los más visitados del estado de la Florida, siempre estamos en los primeros cinco de todo el estado”, dice Brito. “También somos los que más dinero le trae al estado de la Florida”.
Entre 200,000 y 300,000 personas visitan el Faro cada año, porque además disfrutan de una hermosa vista. El Faro está dentro del parque estatal Bill Baggs en honor a un periodista dedicado a la conservación del medio ambiente.
Fue reemplazado por otro faro en 1878 y la guardia costera lo puso nuevamente en uso en 1978 para marcar el canal de la Florida.
Al visitante le llama la atención la pequeña casita de ladrillos que sirvió de hogar a quienes estaban encargados de cuidar el faro.
Local
Tiene dos pisos, cada piso tiene dos habitaciones. La cocina está en la parte de atrás y fue destruida por un huracán en 1835. En 1836 fue afectada por un incendio por una guerra de los seminoles.
El Faro sobrevivió los embates del huracán Andrew. Los ladrillos fueron pintados de blanco para protegerlo, y su atractivo es tal que ha sido escenario de películas y series televisivas. Su belleza consiste en la historia que guarda.
