Un suspiro que está lleno de angustia y desesperación. Juan Angel nació en Honduras pero con tan solo dos añitos se separó de sus padres quienes emigraron a Estados Unidos en busca de un mejor futuro.
A los 13 años decidió seguir los pasos de sus padres y junto con su hermano, en febrero del año 2000, cruzó el río Bravo, en Mexico, y logró entrar a Estados Unidos de manera ilegal.
Juan Angel asegura que temía por su vida. Aquí se graduó en computación y luego en enfermería una profesión que le apasiona.
Hoy, con mucho esfuerzo, ha logrado conformar un hogar en compañía de su esposa Loreta y su pequeño Ian. Ellos se casaron en el 2016 e inmediatamente hicieron una petición 1-130 por matrimonio.
Para Loreta Betancourt, esposa de Juan Angel, él es el mayor ejemplo de alguien que debiera ser aceptado en este país.
Todo se complicó cuando se enteró que tenía una orden de deportación desde el año 2000, algo que dice, nunca le fue notificado.
Ahora se encuentra en una encrucijada legal como nos explica el abogado Willy Allen. Pero no todo está perdido, pues Juan Angel espera que se haga justicia en su caso.
