Protestas en Nicaragua cumplen trece días

Varios medios de prensa fueron silenciados por el gobierno de Daniel Ortega.

En su día número trece de crisis sin una fecha clara para la celebración de la mesa de diálogo nacional se conoce que algunos medios de prensa habrían sido silenciados por la administración de Daniel Ortega para enfrentar la multiplicación de los frentes de protestas.

El gobernante apenas ha reaccionado a la animadversión de la población, que se mantiene indignada por actos de represión que han dejado al menos 42 personas muertas. Mientras los nicaraguenses exiliados en Miami también reclaman una reacción del gobierno.

De manera simultánea el Gobierno recibió ataques cibernéticos del movimiento mundial de "hackers" autodenominado Anonymous y advertencias de campesinos dispuestos a volver a protestar, mientras la Asamblea Nacional, dominada por el oficialismo, constituía una comisión para investigar las muertes en las protestas, que nació desprestigiada.

Los campesinos del sureste de la nación, que se oponen al proyecto del canal interoceánico, agradecieron a los jóvenes del país por haber recuperado la libertad de expresión, y advirtieron que volverán a protestar.

"Los campesinos no olvidarán que este régimen criminal siempre les negó el derecho de manifestarse en Managua, y que ese derecho fue reconquistado por los jóvenes y 'autoconvocados' (para protestar)", dijo una portavoz de los pobladores del sureste.

Los campesinos "anticanal" se sumaron a la última gran manifestación, que tuvo como escenario Managua, una ciudad a la que el Gobierno no les había permitido protestas desde 2013, cuando fue anunciado el proyecto de canal interoceánico, que amenaza con expropiar sus tierras.

Mientras tanto en las calles de diferentes ciudades las manifestaciones pacíficas continúan, aunque ahora sin represión, y diversos artistas anunciaron conciertos para recaudar dinero para los cientos que resultaron heridos durante las protestas.

Los nicaragüenses también recibieron con beneplácito las muestras de apoyo de personas que se manifestaron contra Ortega en Guatemala, Panamá y Reino Unido.Todo esto ocurre a la espera de un posible diálogo entre el Gobierno y el sector privado, con la mediación de la iglesia católica y la posible presencia de una comisión compuesta por estudiantes universitarios.

Aunque el diálogo, que hasta ahora carece de fecha y local, es la mayor expectativa ahora, los jóvenes y la población no se identifican con el mismo, ya que exigen la renuncia de Ortega y su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.

Las protestas contra Ortega iniciaron hace doce días en reclamo por medidas de seguridad social que elevaban las cuotas, reducían las pensiones y establecían la cotización perpetua, y no mermaron el domingo pasado, cuando el presidente se retractó, debido al saldo mortal.

A pesar de que las represiones de Ortega disminuyeron el lunes, ahora la población exige la renuncia del presidente, porque lo consideran represivo, corrupto, violador de los derechos humanos y las libertades públicas.

Los nicaragüenses también señalan al mandatario por supuestos fraudes electorales, las continuas alzas de los combustibles, el actuar impune de la Policía, las muertes sin explicación de campesinos que se oponían al Gobierno, el discurso oficial de "paz y reconciliación" que supuestamente no refleja la realidad del país, entre otros.

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