Alcaldes de por lo menos ocho ciudades del sur de Florida, entre otras Coral Gables y Weston se han unido este lunes en una demanda para cambiar las regulaciones sobre armas, una facultad exclusiva de las autoridades estatales.
Uno de los impulsores es el alcalde de Coral Gables, Raúl Valdes-Fauli, quien, tras la matanza de Parkland el pasado 14 de febrero, ha alzado su voz a favor de una ley que prohíba la venta de fusiles semiautomáticos con cargadores de alta velocidad.
De hecho, Valdes-Fauli se mostró en algún momento dispuesto a encajar cualquier tipo de multa que le impusiera el estado por intentar introducir mormas fuera de su competencia.
"Nuestro Congreso (estatal) es cobarde. Se venden a la Asociación Nacional del Rifle (NRA)", expresó Valdes-Fauli, para agregar que "se necesitan ciudades, individuos o comunidades como la nuestra para hacer algo".
Con estas palabras, el regidor de Coral Gables se refirió a la ley de control de armas aprobada este mes por el gobernador Rick Scott, y antes por el Congreso del estado, una ley que no incluye la prohibición de venta de fusiles de asalto reclamada por numerosos alumnos y padres de las víctimas.
Actualmente, la autoridades estatales son las únicas autorizadas para emitir regulaciones sobre el uso de armas.
Cualquier funcionario o gobierno local que orille esta norma, aún con un simple cartel que prohíba llevar armas en un parque público, está sujeto a fuertes sanciones, entre otras su destitución del cargo.
Ahora, Valdes-Fauli ha decidido unirse a otros alcaldes del sur de Florida en una demanda encabezada por el regidor de Weston, Daniel Stermer, para evitar las multas que conlleva saltarse la normativa de control de armas que rige para todo el estado.
Stermer está convencido de que en un estado tan populoso como este, con grandes urbes y poblaciones rurales, los gobiernos locales deberían tener voz en la regulación de las armas, agregó el citado medio.
De tener éxito la demanda, el regidor de Weston pedirá a la comisión de la ciudad que apruebe una ordenanza que permita prohibir el porte de armas en los edificios públicos y parques de la ciudad.
En Florida múltiples gobiernos locales forman parte de un movimiento creciente que pide un endurecimiento de las medidas para el control de armas, sobre todo a partir de la masacre de 17 personas que perpetró Nikolas Cruz, de 19 años, en un colegio de Parkland con un fusil de asalto el pasado 14 de febrero.
