Los inmigrantes que intentan cruzar de manera indocumentada a EEUU en la frontera con México no solo enfrentan nuevos desafíos ante el endurecimiento de la seguridad, sino que deben afrontar tarifas más caras por parte de los ''coyotes''.
Los ''servicios'' que ofrecen los traficantes de humanos en la zona fronteriza se han convertido en inalcanzables para algunos por sus altos precios debido, precisamente, al aumento de los riesgos.
Hace unos años esos montos rondaban los $1,000-$3,000 por persona, cifra que ahora puede llegar hasta los $10,000.
A esto se suma que los traficantes humanos usan sendas y caminos más peligrosos para evadir los controles de seguridad, que han aumentado durante la administración del presidente Donald Trump. Además, trasladan a indocumentados escondidos en camiones, lo que aumenta el peligro de hacinamiento.
Estados Unidos y México comparten unas 2,000 millas de frontera repartidas de este a oeste entre Texas, New Mexico, Arizona y California.
Como si esto fuera poco, el presidente de Trump ordenó la militarización de la frontera principios de abril al conocer que una caravana con cientos de inmigrantes centroamericanos recorría México hacia Estados Unidos.
