Una madre guatemalteca de cuatro niños, que ha vivido en Estados Unidos durante 24 años, se niega a ser deportada y no abordó un avión de regreso a Guatemala el jueves, al tiempo que solicitó refugió en una igleisa.
Nury Chavarría dejó su Guatemala natal en 1993, cuando tenía 19 años, y solicitó asilo. Su solicitud fue denegada, pero permaneció en Estados Unidos, sin nada para volver a casa.
Chavarria decidió solicitar asilo en la Iglesia Pentecostal Iglesia De Dios en New Haven.
"Hemos sido informados de que Nury Chavarría ha optado por refugiarse en una iglesia local a través del santuario", dijo el ex abogado de Chavarria, Sidd Sinha.
Sinha dijo que seguirá representando a Chavarría en la parte de su caso. Desde 2011, Chavarría ha tenido que presentarse una vez al año ante funcionarios de inmigración. Cada año se le dio la aprobación para permanecer en EEUU.
Chavarría dijo que no tiene antecedentes penales, que trabaja como ama de llaves y paga impuestos. Ella creía que esos factores le permitirían permanecer en los Estados Unidos, a pesar de que el gobierno del presidente Donald Trump se enfocaba en las deportaciones. Todo eso cambió en su chequeo de junio, cuando los funcionarios de ICE le dijeron que en cinco semanas tendría que hacer sus maletas y marcharse.
Le dije que no soy un criminal. Soy una madre con cuatro hijos. Son ciudadanos. Quiero quedarme aquí para ayudarles y mantener a mi familia unida", dijo.
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ICE le colocó a Chavarría un grillete electrónico en su tobillo para rastrear sus movimientos. Mientras tanto, su hija de 9 años tiene una súplica para el presidente Trump.
"Por favor, deje que mi mamá se quede, porque tiene cuatro hijos, y yo soy uno de ellos y realmente quiero que se quede", dijo Hayley Chavarria.
