Los soñadores piden el Dream Act a la Virgen de Guadalupe

El espinoso tema ha generado diferentes posturas en el bloque legislativo demócrata.

El tema de la inmigración volvió a ser noticia en Washington, pero esta vez se aprovechó una de las festividades más grandes de los latinos para tocar el tema.

En la capital, los soñadores aprovecharon el día de la virgen de Guadalupe (declarado también un día de unidad por los dreamers por la conferencia de obispos católicos) para celebrar una misa en nombre de los inmigrantes y luego marchar al Capitolio para unirse a las plegarias de los soñadores.

Muchos de los soñadores volvieron a protestar, haciéndose arrestar frente al Capitolio para así llamar la atención de los legisladores, que tienen en sus manos la posibilidad de un Dream Act. Sin embargo esa solución no llega.

Actualmente existen por lo menos cinco proyectos de ley sobre la mesa en el congreso que ampararían a los sonadores de una manera u otra. Lo que no parece haber es la voluntad política por parte del liderazgo republicano de llevar a cabo un debate sobre esas propuestas.

Para el representante demócrata Luis Gutiérrez, un apasionado liberal de ascendencia puertorriqueña, no hay otro asunto más importante en el debate presupuestario de fin de año, que proteger de la deportación a los cientos de miles de jóvenes inmigrantes que fueron traídos ilegalmente durante su infancia, y cuyo único hogar ha sido Estados Unidos.

El futuro de estos inmigrantes, conocidos comúnmente como “dreamers”, es uno de los temas más espinosos por resolver mientras la Casa Blanca y el Congreso tratan de evitar una parálisis en las operaciones del gobierno, algo que nadie quiere.

Los demócratas de la cámara baja y su líder, Nancy Pelosi, insisten en que se resuelva el asunto de los dreamers como parte del paquete integral que conjunta los pendientes legislativos, incluyendo gasto militar, ayuda para desastres y atención médica de bajo costo para los menores de edad.

“¿Quieres un presupuesto bipartidista y quieres mi voto? Entonces propón un presupuesto estadounidense, que eventualmente incluya la posibilidad de que nuestros dreamers puedan ser libres”, dijo Gutiérrez. “Es lo correcto”.

Al líder de la bancada demócrata en el Senado Chuck Schumer también le importan los dreamers, pero él no va a poner todo en riesgo por la inmigración.

Sus prioridades políticas se centran en los 10 candidatos demócratas al Senado que buscan la reelección el próximo año en estados donde el presidente Donald Trump ganó en el 2016. Muchos de ellos no quieren tener nada que ver con una parálisis del gobierno debido al tema migratorio.

Los demócratas de ambas cámaras están divididos mientras los líderes tratan de concretar un acuerdo sobre gastos para el 22 de diciembre y así evitar un cierre.

El debate gira en torno a la decisión de Trump de rescindir el decreto del presidente Barack Obama para la creación del Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus iniciales en inglés), que les otorgó un estatus de protección a cerca de 800,000 jóvenes inmigrantes que están ilegalmente en el país. Al momento de anunciar su decisión, Trump le dio al Congreso un plazo que vence en marzo para idear una solución legislativa.

En septiembre, el mandatario les dijo a Pelosi y Schumer que apoyaría la Ley DREAM — Desarrollo, Asistencia y Educación para Menores Extranjeros — que ofrece a inmigrantes menores de edad un mecanismo de naturalización, como parte de un acuerdo migratorio más extenso.

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