Tras nacer con un desorden neurológico, Christian Cadenas, de 4 años, ha sido legalmente ciego toda su vida.
“(Christian) no sabe que él no ve bien. Piensa que la vida es así”, dijo su madre, Sylvia Cadenas.
El niño ha logrado llevar una vida normal y desplazarse con la ayuda de un bastón, pero el viernes en la escuela Sabine de Liberty City, en Texas, comenzó un nuevo capítulo de su vida.
Con la ayuda de su comunidad y de la empresa de energía eléctrica SWEPCO Christian pudo recibir unos anteojos especiales que le permitieron ver con claridad.
“Los detalles de la habitación, del rostro de su madre. Estas son cosas que nosotros no le damos importancia”, dijo Jeff Fenton, de la compañía eSight, que confeccionó los lentes.
Por primera vez, el niño pudo ver en detalle el mundo a su alrededor.
