El suicidio de un taxista frente a la alcaldía de la ciudad de Nueva York ha reavivado la discusión acerca de las elevadas multas impuestas por la Comisión de Taxis y Limosinas (TLC, por sus siglas en inglés).
Según líderes del gremio, el chofer dejó una nota en el interior de su vehículo en la que reveló su desesperación por las deudas que enfrentaba. El hombre se disparó un tiro en la cabeza, según se informó.
Además, el trabajador del volante decidió conducir hasta la alcaldía y suicidarse en las inmediaciones del lugar en protestas por las sanciones de la TLC y las políticas que presuntamente favorecieron a las compañías de taxi por aplicaciones, como Uber y Lyft, según sus colegas y líderes de taxistas.
Los taxistas convocaron a una rueda de prensa frente a la alcaldía de la ciudad para denunciar que las actuales normas y prohibiciones les impiden obtener un salario digno.
Los choferes dijeron que, sin menospreciar el trabajo de otros, están ganando menos que un empleado de supermercado; sin embargo, deben pagar seguro, reparaciones, combustible y multas de miles de dólares.
“El abuso, las altas multas, la política y le echó la culpa a todos los electos oficiales de este edificio (en referencia a la alcaldía)”, expresó Fernando Mateo, presidente de la Federación de Choferes de Nueva York.
Mateo dijo que se trata de un chofer con casi 40 años de experiencia.
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“Este señor pagó el alto precio del abuso que hay en esta ciudad”, dijo el líder de taxistas.
José Viloria, otro líder de los trabajadores, dijo que en el pasado otro chofer se suicidó lanzándose de un quinto piso por las mismas razones.
El incidente se suma a semanas de protestas en las que conductores de taxis, la mayoría sin medallón, denuncian estar “asfixiados” por las multas de la TLC. Los trabajadores demandan que la alcaldía modernice las normas que les impiden recoger pasajeros en las calles de la ciudad, algo que solo pueden hacer los taxis amarillos y verdes.
Los taxistas dicen que las bases para las que trabajan no están recibiendo suficientes llamadas, lo que los obliga a recoger pasajeros en las calles, exponiéndose así a sanciones de la TLC.
Mateo dijo que los taxistas desean reunirse con funcionarios de la agencia. La TLC ya ha dialogado con líderes comunitarios del Alto Manhattan.
