Trump apoya a Paul Ryan para bajar las tensiones

Donald Trump respalda a Paul Ryan, lo que pone fin a una fricción de cuatro días entre los dos republicanos más poderosos.

Donald Trump enfrentó el viernes una señal muy clara de divisiones en el Partido Republicano en la región centro-norte del país, con líderes del organismo político apoyándolo en un estado, pero no tomándolo en cuenta en otro.

Él desató un ataque mordaz sobre el carácter de Hillary Clinton en un intento por tratar de sobreponerse a las preocupaciones cada vez más profundas respecto a su candidatura presidencial.

Terry Branstad, gobernador republicano de Iowa, apareció con el magnate inmobiliario en un acto de campaña por la tarde, la tercera presentación de Trump en las últimas dos semanas en este estado que no tiene preferencia por ningún partido. Pero en el vecino estado de Wisconsin, en el cual el magnate insiste que puede ganar, los republicanos más conocidos de la entidad dijeron que estaban demasiado ocupados como para asistir a un acto de campaña durante la noche.

El presidente de la Cámara de Representantes Paul Ryan mencionó un conflicto de agenda, mientras que el gobernador de Wisconsin Scott Walker dijo que asistiría a una cena de spaghetti en la que uno puede comer todo el que quiera, en lugar de aparecer con el abanderado de su partido.

"Bienvenido a Wisconsin, señor Trump, pero dejemos algo en claro", escribió el presidente de la Asamblea estatal, Robin Vos, en una carta abierta a sus colegas del Partido Republicano antes de la llegada del candidato presidencial. "Aquí en Wisconsin somos republicanos de Ryan, no republicanos de Trump".

Lo sucedido en ambos estados subraya los crecientes desafíos que enfrenta Trump durante una de las semanas más turbulentas en su campaña poco ortodoxa. Él ha dado un paso en falso tras otro, lo que ha desatado una nueva ola de deserciones entre republicanos que han sido leales al partido desde hace mucho tiempo, quienes se niegan a apoyar a su nominado presidencial, incluidos algunos que incluso han manifestado públicamente su respaldo a la demócrata Clinton.

Ansioso por hacerlos cambiar de forma de pensar, Trump lanzó una gran cantidad de insultos a Clinton durante su acto de campaña en Iowa.

"Si Hillary Clinton se convierte en presidente", dijo, "se tendrá realmente, en mi opinión, la destrucción de este país desde adentro".

Trump llamó a su adversaria demócrata "una mentirosa peligrosa", "una persona desequilibrada", "cerca de estar desquiciada", "totalmente incompetente para gobernar" y carente del "juicio, temperamento y carácter moral para guiar al país".

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