Un giro inesperado en el caso del homicidio de una niña de dos años ha causado gran expectación en la comunidad del norte de Texas, ya que el cargo de homicidio capital contra el padre ha sido desechado porque el hermanito de la víctima admitió que él la mató.
Anthony Michaels Sanders, residente de Watauga, al norte de Fort Worth, fue arrestado a finales del 2015 acusado de matar a su propia hija, Ellie Mae, de 2 años.
Tras las investigaciones, las autoridades había concluido que Sanders le tapó la boca a su hija con su mano porque estaba llorando y no lo dejaba jugar sus videojuegos, según reseñó la agenciade noticias AP.
Sanders entonces negó haber cometido el crimen y siempre argumentó que él encontró a su hijita sin respirar luego de que su hijo le avisó que su hermanita no se levantaba.
Ahora, los fiscales del caso se enteraron que el hijo de siete años le dijo llorando a su mamá que él había matado a su hermanita cuando jugando, le enrolló una almohada en la cara y se le echó encima, según publicó el periódico Star-Telegram de Fort Worth citando fuentes oficiales.
El incidente ocurrió el 12 de diciembre de 2015 y provocó el enojo de muchos por la forma que presuntamente sucedió el crimen.
El diario informó que una fecha de juicio había sido fijada para el 11 de septiembre, pero nunca se produjo.
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En lugar de eso, el 13 de septiembre, los fiscales rechazaron el caso de asesinato y fue liberado.
