Casi una semana después de una de las peores tragedias en la historia de Estados Unidos, la gente que sobrevivió a la Masacre de Orlando arrastra las secuelas. No importa si son los sobrevivientes del dantesco episodio en el cual 49 personas perdieron la vida, o si son los deudos que llevan consigo el dolor de la pérdida. Todos arrastran su pena.
Pero al menos hay algo positivo, y todo eso se recoge en los gestos de buena voluntad de quienes han tratado de ayudar a su manera, bien sea tan sólo para aliviar algún llanto o para contribuir con dinero. Esa gente que lleva flores flores, que entrega tarjetas o que con sus canciones contriubyen, rinden tributo a los sobrevivientes.
Ha habido quien ha tenido la oportunidad de agradece a los agentes de la policía. Otros no saben quiénes fueron esos anónimos que los ayudaron a salir del lugar, donde minutos antes se perpetró la peor masacre de la historia de Estados Unidos, pero lo cierto es que el empuje de sus semejantes les han hecho más ligera la carga de la recuperación, tanto física como sicológica.
Entre los muchos gestos de los semejantes está el que recibió una abuela que viajaba de San Juan a Orlando y que perdió a su nieto. La señora recibió notas escritas a mano durante el trayecto de su viaje. Al tocar tierra, los pasajeros guardaron un minuto de silencio en honor al muchacho.
Otros se han convertido a ángeles que ayudan, bien sea atendiendo llamadas y buscando alojamiento y transporte para los familiares y amigos que recibieron la repentina y triste noticia de tener a un pariente en la discoteca Pulse. Esos que debieron llegar a un sitio desconocido y manchado por el odio de una persona, han tenido en los samaritanos una mano de ayuda
Un hombre de Chicago construyó 49 cruces con el retrato de las víctimas y las llevará por la nación. Madison Lindsey, una niña de seis años que quizás no entiende del todo lo que pasó durante la madrugada del domingo 12 de junio, entrega tarjetas a las personas, con mensajes de amor. Todos ellos y otros más intentan devolver la fe en la humanidad y hasta ahora han hecho un buen trabajo.
