El desplome del precio del crudo -que llegó a menos de $30 el barril-, y no parece tocar fondo, arrastró el viernes a las pérdidas a las principales bolsas mundiales, incluida Wall Street, que vivió una sesión de infarto para cerrar una nueva semana protagonizada por las caídas.
Wall Street cerró este viernes la semana con fuertes pérdidas y el Dow Jones de Industriales, su principal indicador, cayó un 2.39 % y perdió la barrera de los 16,000 puntos, a la que no caía desde agosto.
Ese índice cayó 390.97 puntos y terminó en 15,988,08 unidades, el peor inicio de año nunca recordado para el Dow Jones.
El petróleo de referencia en el país continuó en caída libre y acumuló durante la semana una fuerte caída del 11.3 % ante la perspectiva de que en los próximos días se levantarán las sanciones internacionales sobre Irán, que podrá volver a exportar petróleo.
El regreso del crudo iraní a los mercados agravará el exceso de oferta, que ha lastrado los precios desde mediados de 2014, lo que se suma a la persistente preocupación sobre la desaceleración de la economía china y la fortaleza del dólar frente al euro.
La contundencia de las caídas en Wall Street fue tal -el Dow Jones llegó a caer más de 500 puntos durante el día- que en un gesto inusual, el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, aseguró el viernes que el Tesoro estaba siguiendo de cerca la reacción de los mercados.
