Carolina del Norte aún vive en peligro por inundaciones

LUMBERTON, North Carolina - Un día después de huir de la crecida del río Lumber, los residentes de esta ciudad industrial en decadencia tuvieron que vadear aguas estancadas de color verdoso el miércoles para llenar recipientes con el objetivo de poder hacer algo que la mayoría de nosotros da por sentado: descargar sus inodoros.

"Aún no tenemos agua ni luz en la casa", dijo Caroline Kahn mientras chapoteaba por el patio frontal inundado de alguien más con sus botas con patrones de flores. "Así que necesitamos agua para las necesidades de la vida".

El río le dio la vida a este pueblo. Ahora está destruyendo a la comunidad.

Unos 1,200 residentes tuvieron que ser evacuados en embarcaciones y rescatados en helicópteros de sus techos debido al ascenso en el nivel del río. Dos de los 20 decesos registrados en el estado ocurrieron en el condado Robeson, del cual Lumberton es la capital.

De todas las localidades afectadas por el huracán Matthew, esta ciudad de 22,000 personas fue una de las más agobiadas y la menos preparada para absorber el impacto.

"Es desconsolador", dijo la novelista Jill McCorkle, originaria de Lumberton. Ella y su esposo, Tom Rankin, condujeron al sureste desde su casa en Hillsborough, con su pickup llena hasta el borde con pañales y agua potable. "Es una zona muy necesitada".

En su juventud, McCorkle trabajó como salvavidas en el Lumber. El río serpentea a través de su paisaje novelesco, en donde los mosquitos "son tan grandes que levantan los pantalones para picarte".

"Cuando las personas desaparecen en el condado Marsh, el río es uno de los primeros lugares que revisa", escribió la novelista en "Carolina Moon", publicado en 1996. La policía "a menudo draga con redes a través del río marrón, y hay una persona en la embarcación designada a observar las ramas de los robles en busca de serpientes que pueden percibir el calor de los cuerpos y abalanzarse sobre ellos".

"Existe un constante intercambio con el río", dijo McCorkle. "Es un río muy, muy hermoso", hasta que se desborda y "se sale de control".

Al igual que muchos asentamientos antiguos, Lumberton dependía del río para sobrevivir. Hacia finales del siglo XVIII, el pueblo se había convertido en centro comercial de madera y materiales relacionados.

"Las balsas hechas con troncos de pino, en las que se apilaban otros productos de pino como alquitrán, aguarrás y resinas", viajaban río abajo hasta Georgetown, South Carolina, de acuerdo a una historia producida por el Proyecto Federal de Escritores en la década de 1930.

Harvey Godwin Jr., presidente de la tribu de los lumbee -que da nombre al lugar-, dijo que la tribuna tenía problemas para conseguir agua potable.

"La vida no puede mantenerse sin agua, y lo que causó esto es agua", dijo.

"Y no puedes culpar al agua", agregó, "porque es parte del medio ambiente, es parte de lo que Dios creó para que nosotros lo manejemos".

Derechos de autor TLMD NATN - Noticiero Nacional
Contáctanos