HOUSTON – La madre acusada de dejar morir a su hija de hambre y guardar su cadáver en un refrigerador fue sentenciada este viernes a 40 años de prisión.
Amber Keyes, de 37 años, se había declarado culpable de lesiones a un menor por omisión.
En su momento, las autoridades forenses del Condado Harris habían determinado que la menor de nueve años Ayahna Comb, encontrada muerta en junio del 2014, falleció de hambre.
Sgún el reporte, "las causas principales de la muerte fueron malnutrición y deshidratación", lo que complicó la parálisis cerebral que sufría la niña desde hace varios años.
Con el resultado de ese informe, los investigadores promovieron la acusación contra Keyes.
En su momento, la madre de la niña reconoció haber puesto el cuerpo de la menor en el refrigerador desde el mes de enero de 2014.
Amber Keys reconoció que la puso en el refrigerador después de no poderla revivir y con el objetivo de que su hermana menor de cinco años no se diera cuenta de que la niña había muerto.
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Keyes admitió, igualmente, que continuó cobrando las ayudas federales para la niña, a pesar de que ésta ya se encontraba muerta.
