Un año después del paso devastador del huracán María por Puerto Rico, la isla aún se encuentra en pleno proceso de reconstrucción, aunque también hay signos de recuperación en varias zonas de su territorio.
Una de las señales más claras de esa recuperación la representa el sector turístico. Ayer más de 19.000 turistas de tres cruceros llegaron al Puerto de San Juan en diferentes embarcaciones.
Se estima que Puerto Rico cerrará el año con unos 1,7 millones de turistas de cruceros, lo que romperá el récord anterior de 1,5 millones establecido en el 2015.
La meta es poder llegar a la cifra de 2 millones para el 2020. El paso del huracán dejó unos daños valorados en más de 90.000 millones de dólares y 2.975 muertos.
En su recuerdo, el gobernador de la isla, Ricardo Rosselló, ordenó hoy duelo nacional, por lo que las banderas ondean a media asta.
Lo ocurrido será también conmemorado con un acto oficial ecuménico al que está previsto que acudan, entre otros, el gobernador de Florida, Richard Scott, así como miembros de la Cámara de Representantes federal y autoridades.
Unas autoridades que al aterrizar en el aeropuerto internacional de la capital puertorriqueña y llegar a la ceremonia oficial podrán ver con sus propios ojos que la reconstrucción está aún en proceso.
Más de 100.000 residencias en la isla tienen aún techos azules de plástico suministrados por la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés), según dijo a Efe la representante de la isla ante la Cámara de Representantes de Puerto Rico.
Además se estima que un 35 por ciento de los semáforos de la isla siguen sin funcionar y no han sido repuestos y el sistema eléctrico, muy debilitado antes del paso del huracán, sigue endeble y los apagones, incluida la capital, siguen ocurriendo.
Sin ir más lejos, desde el domingo una avería mantiene sin luz a clientes de la estatal Autoridad de Energía Eléctrica (AEE), que se encuentra en pleno proceso de privatización, en Caguas, Aguas Buenas y Gurabo.
La imagen de personal de la AEE arreglando postes de luz es 12 meses después común.
Otra muestra de que la recuperación aún está en proceso es la también visible imagen en la isla de viviendas sin arreglar por la falta de pago de los seguros.
Muchas de las infraestructuras que sufrieron daños materiales en toda la isla, siguen sin reparación y es habitual ver ventanas de madera, cristales rotos, vigas metálicas colgando o puertas de madera y parques sin abrir.
Ante esta situación el Gobierno ha tomado la determinación de demandar a las aseguradoras.
Esta semana anunció que las demandará para evitar que esas compañías aleguen la caducidad de un año en la presentación de reclamaciones por los daños provocados por el huracán María para no abonar a los contratantes lo estipulado en los contratos.
La Oficina del Comisionado de Seguros (OCS) y el Departamento de Asuntos del Consumidor (DACO) presentaron dos demandas para defender al pueblo de Puerto Rico. Los restos y escombros de la destrucción causada por el huracán son aún palpables en muchas localidades de la isla.
Casas que se destruyeron siguen aún derrumbadas e igual que la noche de María, tal y como pudo presenciar Efe en Yabucoa o Naguabo e, incluso, en zonas de la misma capital, San Juan.
El sector económico también vive una de cal y otra de arena.
Se estima que entre 5.000 y 8.000 pequeños y medianos comercios no han vuelto a abrir tras el paso del ciclón y varios centros comerciales en la isla están a medio gas, dijo hoy a Efe la directora ejecutiva de la patronal Asociación de Comercio al Detal (ACDET) de Puerto Rico, Lymaris Otero.
Pero la isla, con una tasa de desempleo del 9,3 por ciento, el número más bajo en los últimos cincuenta años, vive una ampliación de inversión de las empresas farmacéuticas sobre suelo puertorriqueño; la reapertura de cadenas estadounidenses -algunas de las cuales aprovechó para cerrar varias de sus tiendas como es el caso de Walgreens- y un resurgir en el comercio de todo aquello relacionado con la construcción.
