Un adolescente de 16 años es la última víctima mortal de una ola de tiroteos que amenaza la vida en las calles de Miami.
Damián Ramírez, el muchacho asesinado, era muy querido en su barrio. A pesar del triste momento que vive la familia, y su madre en especial, ella habló con nosotros.
“fue mi hijo el que se llevaron. Que por favor se entregue. Y si alguien sabe algo que por favor lo diga”, dijo la mujer, que se identificó como Lissette.
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Es difícil expresar en palabras el dolor que siente esta mujer. Ella dice no saber quién y por qué disparó contra el mayor de sus hijos, pero quien lo hizo, también terminó con ella.
“Fue una vida que quitaron, no fue un animal que mataron. Se llevaron parte de mi corazón con ellos”, agrega la mujer.
Damián Ramírez regresaba a su casa, anoche, cuando comenzaron los disparos.
“Sabemos que se inició con dos amigos que iban caminando hacia la calle cuando fueron confrontados por dos hombres que comenzaron a disparar a las victimas”, dijo Kenia Fallat, portavoz de la policía de Miami.
Las balas también alcanzaron a Tony, un desamparado que vive en la esquina. Aparentemente es ciego y recibe la ayuda de algunos vecinos.
Los impactos de bala quedaron marcados en una pared, como testigo de lo que fue la violenta agresión, pero dos de ellos golpearon en una ventana, y uno entró en una tienda y rozó el brazo de un maniquí, atravesó tres pantalones y terminó sobre la pared.
El superintente escolar de Miami Dade, Alberto Carvalho, volvió a pedir el compromiso de toda la comunidad.
“Este tipo de violencia tiene que acabar. Necesitamos la ayuda de nuestra comunidad. Tenemos que romper el círculo de silencio que está victimizando a la juventud de nuestra comunidad”, declaró Carvalho.
Según los vecinos, fueron entre 8 y 10 disparos. Por el momento la policía sigue buscando a la persona que disparó. Las autoridades piden que si se tiene alguna información, por favor comunicarla a través de la línea de alto al crimen (305) 471-8477. Toda ayuda que pueda darse será anónima.
